En 2013 el Porsche 911 cumplió 50 años de aquel debut en el Salón de Fankfurt de 1963 que marcaba el comienzo del mito, que marcaba los primeros pasos de ese “todo atrás” al que tanto aprecio tenemos.
Era el principio de una historia que 50 años después sigue dejándonos con nuevos episodios, con nuevas formas de entender la leyenda del 911 en una perfecta simbiosis por parte de Porsche en la que sea ha conjugado realmente bien tradición por las formas y por su concepto mecánico con la evolución.
Tan bien han sabido maridar historia, tradición y respeto por esas líneas que hemos empezado 2014 con una perfecta reinterpretación de uno de los nombres con más encanto de cuantos nos encontramos en el amplio catálogo de denominaciones que han acompañando al nueveonce a lo largo de su historia, una reinterpretación con el Porsche 911 Targa como protagonista… y esta vez, siendo un targa de verdad, siendo un perfecto reflejo de aquel Porsche 911 Targa que se revelaba en el Salón de Frankfurt de 1965. Se dice pronto.
Un techo descapotable pero manteniendo un pilar trasero, una superficie acristalada mayor para la caída posterior del techo… una configuración que nos volvemos a encontrar en el nuevo Porsche 911 Targa, pero por supuesto acompañada de toda la tecnología que exige un Porsche 911 actual, incluido un agradable sistema de plegado para su techo que a buen seguro ha dejado embobados a unos cuantos delante de la pantalla, entre los que debo incluirme.
Demos la bienvenida al nuevo Targa. Al Targa de siempre.
El origen de la configuración Targa: disfrutar con un descapotable de manera segura
En septiembre de 1965, en el Salón de Frankfurt, se presentaba 2 años después de la llegada del primer Porsche 911 el Porsche 911 Targa como alternativa descapotable de este nuevo deportivo alemán.
El concepto de este targa primigenio pasaba por un techo desmontable de manera manual junto a un marco de acero inoxidable que ejercía de arco antivuelco y un cristal trasero desmontable
Sorprende encontrarnos con que la primera versión descapotable del Porsche 911 era un Targa y no un cabrio tradicional al uso y es que el Porsche 911 Cabriolet no llegó hasta los 80, casi 20 años después de su lanzamiento.
El lanzamiento del primer Porsche 911 Targa llega con un objetivo claro: lanzar un modelo descapotable pero seguro, capaz de soportar un vuelco gracias al arco de acero sobre el que se sustentaba el techo y el cristal posterior. Una solución de seguridad que vista a ojos actuales nos deja con una característica silueta a la que ahora Porsche ha decidido rendir homenaje.
Mecánicamente este primer Porsche 911 Targa hacía gala de un bloque, por supuesto bóxer, de 6 cilindros, con un cubicaje de 2 litros y aspiración natural para una potencia de 130 caballos y un par de 175 Nm. Prestacionalmente contaba con una velocidad máxima de 211 km/h y una aceleración en el 0 a 100 km/h de 8.7 segundos. Su transmisión era manual de 5 velocidades y la potencia quedaba entregada al tren posterior, moviendo un conjunto de 1.080 kg.
Por dimensiones, contaba con una longitud de 4.163 mm, una anchura de 1.610 mm y una altura de 1.321 mm, siendo su batalla de 2.210 mm. Sus llantas eran de 15 pulgadas con neumáticos en medida 185/70 para el eje delantero y de 215/60 para el eje posterior.
Esta primera generación del Porsche 911 Targa duró hasta la introducción de la nueva generación del 911 a mediados de los 70, contando además con alternativas con 140 y 160 caballos. Con un diseño parejo al original, esta evolución, el Porsche 911 930 se extendió desde 1974 a 1989 contando con 3 niveles mecánicos que con el motor de 6 cilindros bóxer desarrollaba 2.7, 3 y 3.2 litros de cubicaje con 150, 180 y 231 caballos respectivamente alcanzando en el caso del 3.2 una velocidad máxima de 245 caballos y un 0 a 100 km/h de 5.8 segundos. Como referencia, su consumo rondaba los 11 l/100 km. En esta generación se había dicho ya adiós a los carburadores.
Durante esta generación, la del Porsche 911 930 llegó el Porsche 911 Turbo con 300 caballos y su característico alerón “cola de ballena” (no confundir con el cola de pato). A finales de 1982 debutó el primer Porsche 911 cabrio coexistiendo con el coupé y con el targa además de una producción limitada a final del ciclo de vida de esta generación, antes de dar el salto a los 90, que bajo la denominación speedster y una afilada caída del cristal delantero buscaba rememorar al Porsche 356 Speedster.
Con el salto a la generación 964 del 911 también se mantuvo el concepto de targa ofreciéndose con el motor de 6 cilindros de 3.6 litros, 250 caballos y un par de 310 Nm, con una velocidad máxima de 261 km/h y 5.7 segundos en el 0 a 100 km/h para un conjunto de 1.350 kg con unas dimensiones de 4.249 mm de largo, 1.651 mm de ancho y 1.321 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.268 mm. En esta generación se introduce el primer targa con tracción total.
Con el Porsche 911 964 Targa se interrumpe el concepto de targa original. El concepto de techo totalmente desmontable para dar paso a un 991 993 con un gran techo solar que se extiende a lo largo de todo el coche. No es descapotable, aunque se puede abrir la parte superior del techo, pero también le brinda al 911 una característica imagen visto desde atrás.
Más tarde llegarían el 911 996 y un 911 997 manteniendo esa configuración de techo solar practicable que nos deja desde 1995 hasta ahora, hasta el 2014 sin ese concepto de targa presentado en los 60 por Porsche. A cambio una amplia superficie acristalada recubriendo toda la parte superior del coche o un cristal trasero que facilitaba el acceso a la hora de guardar la carga.
El Porsche 914, el otro targa de Porsche
Además del Porsche 911 Targa, a lo largo de sus muchas generaciones y antes de abordar a este nuevo Porsche 911 Targa, no podemos olvidarnos de que a lo largo de la historia de la marca han existido otros modelos con una configuración targa.
No perdemos de vista al Porsche 914 que nació para dar lugar a dos modelos, uno bajo la firma volkswagen y otro como Porsche y que finalmente terminó unicamente como Porsche comercializándose desde 1970 a 1976, con una producción de unas 120.000 unidades y un comienzo convulso ante las idas y venidas entre Porsche y Volkswagen por su desarrollo culminando con un producto que iba a estar pensado como coche de acceso a la marca, pero que terminó quedando situado sólo muy ligeramente por debajo de precio del 911 en su versión de 6 cilindros, haciendo así de la versión de 4 cilindros, en bóxer, la versión más vendida, con una notable diferencia.
Con un peso situado por debajo de la tonelada, con unos 900-940 kg, el Porsche 914 de 6 cilindros entregaba 110 caballos mientras que el de 4 cilindros de 1.7 litros desarrollaba 80 caballos. Prestacionalmente, tomando la versión de 80 caballos por tratarse de la más popular, nos encontramos con una velocidad máxima de 177 km/h, con unas dimensiones de 3.985 mm de largo, 1.650 mm de ancho y 1.220 mm de alto.
Con una configuración biplaza, su motor quedaba situado en posición central trasera, acuñando un diseño que lo ha distanciado del grueso de modelos de la marca, distanciado tanto del 911 como de los Porsche de motor delantero, con especial atención al Porsche 924 que llegó tras este Porsche 914.
Además podemos considerar al Porsche Carrera GT como un modelo targa dada la configuración de su techo…
… al igual que a su sucesor, el Porsche 918 Spyder.
El nuevo Porsche 911 Targa
Con el Salón de Detroit como escenario, Porsche ha decidido arrancar el 2014 con una vuelta a los orígenes del Targa. Un nuevo Porsche 911 Targa que recupera la configuración original para poder desprenderse por completo de la parte superior de su techo cuando así le plazca a sus ocupantes, recurriendo para ello además a un sistema de plegado automático a imagen y semejanza del empleado en la capota de lona del Porsche 911 Cabriolet que nos deja con un sugerente baile de brazos automatizados que se encargan de recoger el techo de lona sobre la joroba posterior, todo ello además contando con una caída del techo posterior que aumenta la proporción de superficie acristalada como gran seña de identidad de este modelo.
Este nuevo Porsche 911 Targa llega con dos configuraciones mecánicas. Contando en ambos casos con un bloque bóxer de 6 cilindros nos encontramos por un lado con la versión de 3.4 litros y 350 caballos y por otro con la versión S de 400 caballos entregándose en ambos casos la potencias a las 4 ruedas y por tanto luciendo además una carrocería más ancha que los modelos de tracción trasera.
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Con el cambio PDK y el paquete Sport chrono, el Porsche 911 Targa marca un 0 a 100 km/h en 4.8 segundos mientras en el caso de la versión 4S el tiempo se reduce hasta los 4.4 segundos. Su velocidad máxima es de 282 km/h para el primero y de 296 km/h para el segundo siendo su consumo de 9.5 l/100 km y 9.2 l/100 km respectivamente.
Por dimensiones el Porsche 911 991 Targa cuenta con una longitud de 4.481 mm, una anchura de 1.852 mm y una altura de 1.298 mm, así como una batalla de 2.450 mm, un coeficiente aerodinámico de 0.30 y un peso que va desde los 1.445 kg del Porsche 911 Targa 4S manual a los 1.560 kg del Targa 4, siendo la versión S 100 kg más ligera que la normal. Su maletero, ubicado al frente, es de 125 litros.
En su parte ciclo nos encontramos con el control de estabilidad Porsche Torque Vectoring de manera opcional para el Targa y de serie en el Targa 4S, como de igual forma nos encontramos el sistema de suspensión con reglajes electrónicos Porsche Active Suspension Management, así como el Porsche Dynamic Chassis Control que se encarga en el Targa 4S de gestionar los balanceos laterales. En sus frenos nos encontramos en el Targa 4 con pinzas de 4 pistones en el eje delantero y trasero así como discos de 330 mm en ambos trenes, mientras que en el 4S se recurren a pinzas de 6 pistones y discos de 340 mm para el eje delantero, estando disponibles como opción los frenos cerámicos con discos de 350 mm para ambos ejes y pinzas de 6 pistones para el eje delantero.
Para sus ruedas, el Porsche 911 Targa 4 recurre a llantas de 19 pulgadas, mientras que en el Targa 4S las llantas son de 20 pulgadas. En ambos casos los neumáticos originales quedan firmados por Michelin.
Sus estilizadas ópticas traseras, ese cristal posterior acompañando al característico marco, el eterno perfil de sus faros y pasos de rueda delanteros… y por supuesto en su habitáculo todo el lujo concebible en cualquiera de los Porsche modernos.
Con este nuevo Targa no sólo se ofrece un guiño al pasado en conjunto… sino también al detalle, calcando esas branquias laterales en el marco antivuelco junto al anagrama “Targa”.
De solución pensada para salvaguardar a los ocupantes, buscando ofrecer un descapotable sin renunciar a las garantías de seguridad en caso de vuelco a solución estética en esta nueva generación, donde los coches descapotables ya tienen eficaces sistemas activos de protección antivuelco.
El Targa ha vuelto y ha vuelto como no debería haber dejado de ser en sus 50 años de historia. No tiene esa sensación plena de un descapotable al uso, tampoco en los modelos clásicos esa rigidez estructural del coupé, pero a cambio nos ofrece una silueta totalmente única.
Bienvenido de nuevo Targa.