Hoy ponemos a prueba el Audi más potente a la venta y no, no es el Audi R8 con su motor V10. El plan de hoy tiene como protagonista un deportivo diferente que podemos considerarlo un homenaje al motor V8, diseñado al 100% en Ingolstadt y puesto a punto por Audi Sport. Hoy desatamos a la bestia, al Audi RS 7 Sportback Performance que es el mejor escaparate de ingeniería alemana, motivo por el que nos ponemos a los mandos de sus más de 600 CV para descubrir de lo que es capaz este misil balístico.
El Audi A7 Sportback se ha convertido en uno de los iconos del diseño de la Audi moderna. Una carroceria que habla lenguaje de berlina pero cuyo trazo estilístico se asemeja al de un coupé de grandes dimensiones. Desarrollado junto a los Audi A6 y Audi A8, éste último recientemente renovado, el A7 se ha convertido en el mejor GT fabricado por Audi, automóvil que en su versión RS 7 descubre lo mejor que el constructor alemán es capaz de hacer con permiso del todopoderoso Audi R8.
Son poco más de las 14:00 cuando tras bajar a un aparcamiento subterráneo me encuentro de bruces con el Audi RS 7 Sportback Performance que será mi compañero de faenas durante los próximos días. Lo intuyo a través de una luz tenue gracias a una pintura mate de color plata y su peculiar caída del portón posterior, pero sobre todo se que es un RS 7 gracias al protagonismo de su difusor donde son cobijadas dos salidas dobles de escape que para esta ocasión lucen los anagramas de Audi Sport y Akrapovic. Si acaso no eran suficiente los sellos de RS 7 y Performance, añadir los logos de Audi Sport y Akrapovic roza lo obsceno.
Me acerco de a poco a él mientras la luz ambiental se difumina por sus líneas de coupé y sus prominentes llantas donde se cobijan frenos carbocerámicos que perfectamente podría emplear cualquier montura de GT3. En parado el RS 7 se muestra elegante pero ni a pesar de su sutileza oculta lo musculoso de su diseño, las prominentes aletas o entradas de aires, ni por supuesto su rabioso carácter con semejante motor V8 escondido bajo el capó.
Abro sus puertas estilo coupé sin marcos y aparece un habitáculo repleto de lujos y unos asientos que invitan a negociar curvas, pero el momento que estaba esperando desde que sonó la alarma esta mañana no era otro que despertar a la bestia. Fijo mi mirada en la consola, acciono el botón de contacto y de repente un bramido inunda todo el aparcamiento. Un sonido gutural envuelve la atmósfera mientras el motor se anima tras su frío letargo. Si el RS 7 gozaba de una melodía adictiva, el trabajo de Akrapovic y Audi Sport para mejorar las notas es de verdadero aplauso. Engrano primera y rumbo a mi carretera favorita ¡Cómo me lo voy a pasar hoy!
Tras unos metros recorridos el RS 7 muestra su primera faceta viajando en modo «Auto», es un RS pero no se comporta como un coche excesivamente duro o radical que te obliga a ir peléandote con él en el agobiante tráfico urbano. Goza de esa múltiple personalidad que lo convierten en el deportivo de uso a diario. Dejada atrás la ciudad me animo a ir subiendo el ritmo para tantear su transmisión automática de 8 relaciones (por convertidor de par) y su sistema de tracción total quattro. Poco a poco, curva a curva el RS 7 se va destapando y yo cada vez me siento más cómodo. Es dócil, que no manso. Es ágil pese a su enorme tamaño y peso. Pero sobre todo goza de una mecánica V8 que no dudo en tildar como una de las mejores que existe en el mercado.
Y antes de pasar al plato fuerte veamos qué es lo que hace grande al RS 7 Performance que estamos domando. Su motor 4.0 V8 TFSI. Esta mecánica es posiblemente el mejor propulsor que haya fabricado Audi en los últimos tiempos, tanto es así que me atrevo a colocarlo al mismo nivel que el 5.2 V10 atmosférico compartido por Audi y Lamborghini y un peldaño por encima del venerado 5 cilindros 2.5 TFSI que es una leyenda atemporal. Este V8 de Audi recogió el testigo de un también magnífico 4.2 V8 atmosférico que se despidió del mundo de los mortales en el anterior RS 5 con sus 450 CV y un funcionamiento y sonido impecables. Aquel 4.2 V8 es quizás uno de los mejores V8 que puedes compra hoy de segunda mano, este 4.0 V8 TFSI lo será una vez cese su vida para ser relevado por el nuevo 4.0 V8 Twin-Turbo desarrollado junto a los también nuevos V6 en colaboración entre Porsche y Audi para todas las marcas del grupo y cuya construcción está ubicada de forma íntegra en la fábrica de Porsche en Stuttgart.
He podido probar casi el grueso de las variantes del motor 4.0 V8 TFSI que ha desarrollado Audi. Sin embargo esta última especificación de 605 CV es a todas luces la mejor, y no necesariamente por su mayor cifra de potencia. Esta mecánica desarrolla 560 CV en el RS 7, llegando a los 605 CV entre 6.100 y 6.800 rpm en la versión RS 7 Performance y alcanzando los 620 CV en esta unidad gracias al trabajo de Audi Sport y Akrapovic en la línea de escape de titanio. Con la optimización del conjunto para llegar a esta última iteración nos encontramos con un motor infatigable, de tremendo empuje desde prácticamente el ralentí (750 + 15,4 Nm extras de escape) y con una peligrosa capacidad para sacar sonrisas que hará temblar tu carnet de conducir. A todo ello añade además uno de los mejores sonidos que existen hoy en la gama Audi y tendrás el juguete definitivo, ya sea para ir de paseo – rápido se entiende -, ser el más veloz de la Autobahn – aún más rápido – o para atreverse con el circuito para dejar con la boca abierta a más de un deportivo – al límite -. 3,7 segundos para el 0-100 Km/h y velocidad punta de 305 Km/h, corre pero que mucho.
Al volante del RS 7 Performance todo sucede muy rápido, muchísimo de hecho. El conjunto ideado por Audi es un cóctel de ingeniería donde se ha escogido lo mejor de Audi Sport para llevar a una berlina de lujo a los escenarios donde sólo sería lógico posicionar un deportivo. Después de probar el RS 7 Performance y buscarle las cosquillas no volverás a ver igual a los alemanes, y es que sus reacciones al límite y su brutalidad nada tienen que ver con esa imagen de rectitud y sobriedad que se le presupone a los alemanes, aquí encuentras mucha pasión y hasta un punto de locura.
Suspensiones y frenos son los que más sufren de todo el conjunto debido al peso, quizás tanto como el sistema de tracción total quattro cuando le pides que desate los 765 Nm de golpe a la salida de una horquilla. Hay mucho peso y tamaño que administrar, más difícil cuanto más revirada sea la carretera por la que circulas. Aún así el conjunto no desfallece y trabaja rápido y obediente. El RS 7 no es animal de carretera de montaña pese a trabajar allí con una nota muy alta, donde realmente se siente cómodo es en espacios abiertos o circuitos de alta velocidad donde sus 620 CV puedan ser desatados sin contemplaciones. Y ahí es donde de verdad descubres que esta berlina de lujo, repleta de tecnología y tapizados de ensueño, esconde una bestia que si no sabes domar puede llegar a causarte miedo… pero no un miedo cualquiera, sino un terror de esos que crea adicción y que querrás sufrir una y otra vez.