El Bentley Bentayga es ya una realidad, estamos ante el primer SUV de Bentley que hoy por fin cae en mis manos para comprobar qué hay de verdad tras las afirmaciones que convierten al Bentley Bentayga en el SUV más rápido, más lujoso y posiblemente más caro del mundo. Bentley ha creado un nuevo nicho de mercado, el de los SUV de gran lujo, ideando para tal ocasión una receta sin rival donde se combina la última tecnología del Grupo Volkswagen, una nueva generación del motor 6.0 W12 TSI con 608 CV y la calidad que sólo Bentley puede imprimir en un automóvil.
Conociendo al Bentley Bentayga
Apenas unas semanas antes de poner a prueba este Bentley Bentayga, el equipo de C. de Salamanca nos citó en el Circuito de Ascari para las jornadas Bentley Technical Driving Journey 2016, un evento donde pudimos afilar las uñas y castigar sin piedad al Bentley Bentayga tanto en circuito como pista 4×4, pasando por pruebas específicas en circuito de baja adherencia. Se trataba de un primer contacto, breve, pero suficiente para dibujar en mi cabeza una primera idea sobre qué escondía este revolucionario Bentley. El experimento de Bentley prometía.
Pasadas unas semanas donde pudimos madurar nuestras sensaciones sobre aquel primer contacto, en la fiesta de inauguración de la nueva exposición de Bentley Marbella en San Pedro de Alcántara me ofrecen la posibilidad de probar durante el fin de semana un Bentley Bentayga… como podréis imaginar la respuesta fue inmediata y positiva, tardando apenas unos segundos en planear en mi cabeza cómo aprovechar al máximo las horas que este Bentayga será mío. No os voy a engañar, el cóctel creado en mi cabeza mezclaba enfrentar este SUV a trialeras no aptas para SUV y la forma «legal» con la que poder comprobar las prestaciones del Bentayga: 0-100 Km/h en 4,1s y 301 Km/h de punta.
Se perfectamente que más de un 90% de los propietarios del Bentley Bentayga jamás se plantearán siquiera adentrarse en caminos o echarse una drag con deportivos que firmen aceleraciones en 4 segundos, pero no podría perdonarme jamás no llevar al límite el Bentley más avanzado de la historia.
Pero echemos el freno, antes de meternos de lleno en cifras y pruebas extremas, analicemos el trabajo de los diseñadores de Bentley para crear esta nueva imagen. El diseño exterior del Bentley Bentayga hace que sea imposible pasar desapercibido, su estética musculosa es totalmente Bentley, pero sus proporciones y nueva filosofía mantienen esa esencia que deja huella allí por donde pasas, más aún quiero decir. En Bentley han querido arriesgar lo justo a la hora de crear esta nueva carrocería, buscando la esencia que comparten todos los modelos de la gama, pero confeccionando una estética propia. No se puede negar que el Bentayga ofrece un diseño de corte clásico, repleto de pinceladas ya conocidas aunque con una armonía que consigue disimular bastante bien las proporciones de este enorme SUV. Curiosamente es uno de esos coches que necesita verse en vivo para verlo de verdad, las imágenes, por buenas que sean, no reflejan de forma fiel la estética y presencia de este SUV.
Aunque sin duda es en el interior donde más y mejor ha cambiado este Bentley, estrenando un puesto de conducción inédito donde se da un salto cualitativo repleto de tecnologías, pantallas y funciones, pero eso sí, sin abandonar el altísimo grado de calidad que caracteriza al fabricante británico. No hablamos de un simple cambio de diseño, se trata de un salto cualitativo de varias generaciones que hacen que el Bentley Bentayga se sitúe en materia de conducción y equipamiento en lo más alto del mercado. Por fin percibimos un soplo de aire fresco en el interior que hacen que Bentley se ubique junto a lo mejor del mercado.
La bestia más glamurosa cobra vida
Y por fin llegó la hora de exprimir al Bentayga. Algo que recomiendo a todos los afortunados propietarios de un Bentley Bentayga es que no se dejen llevar por esa sensación de lujo y confort, andaros con ojo, bajo su enorme capó se esconden la friolera de 608 CV que te dejan pegado al asiento en menos de un suspiro… y eso es algo que no puedes olvidar nunca. Si he de resumir lo vivido con este coche es admitir que en este Airbus A380 del mundo SUV es muy difícil no verte a velocidades por encima de los 200 Km/h constantemente. Es una verdadera bestia capaz de devorar cualquier terreno, pero si lo alimentas a base de carreteras rápidas, sólo conseguirás que te quiten el carné de conducir en muy pocos kilómetros.
El motor 6.0 W12 TSI ofrece en esta última evolución una importante mejora en respuesta, eficiencia y funcionamiento. Es todavía más suave que sus predecesores, pero cuando se trata de probar de lo que es capaz, te catapulta con sus 900 Nm haciendo insuficiente cualquier carretera. En los últimos meses he podido probar SUVs de tintes deportivos de renombre como los Maserati Levante S, el Porsche Cayenne Turbo o el Range Rover Sport SVR, y el Bentley Bentayga supera a todos por goleada cuando se trata de ofrecer prestaciones. Es tan contundente que me atrevería a decir que le sobra motor, pero no, cada uno de esos 608 CV son necesarios para hacer realidad este cóctel tan exótico.
Pedirle el máximo al Bentayga es una experiencia adictiva. Seleccionas el modo Sport, insertas la «D» y hundes el acelerador. En ese momento el coche se asienta, respira hondo y sale disparado con 608 CV desbocados hacia los 301 Km/h, pero todo ello sucede sin dejar de disfrutar de un relajante masaje y con María Callas gritando a pleno pulmón como si estuviésemos en la Ópera de París. Sencillamente ¡ESPECTACULAR!
Pero el Bentley Bentayga no ha hecho todo este ruido por prestaciones sin más. Adentrarse en un terreno inexplorado como el mercado de los SUV supuso para Bentley todo un desafío, ir mucho más allá de las fronteras marcadas hasta la fecha. Para ello recurrieron a la experiencia y tecnología del Grupo Volkswagen, tomando para sí elementos de última generación como la última evolución de la suspensión neumática desarrollada por Porsche, el grupo de tracción total permanente con hasta 8 programas o las nuevas estabilizadoras activas que trabajan a 48 voltios. Como última muestra de innovación, en el momento de escribir estas línea se descubrió el último secreto tecnológico de Bentley, la llegada del Bentley Bentayga Diésel con un motor 4.0 V8 TDI de 435 CV con compresor eléctrico que es compartido con el Audi SQ7.
Sí, lo de lanzar tu primer Diésel no está mal por el tema de innovación y tal, pero donde se ponga la contundencia y sonido de un doce cilindros…
¿Circuito o todoterreno?
El apabullante arsenal tecnológico del Bentley Bentayga desemboca en una dinámica de primer nivel capaz de ocultar su elevado peso, más de 2,5 toneladas, consiguiendo un paso por curva endiablado y una respuesta de dirección inédita en la marca. El peso siempre está presente, pero la gestión del mismo alcanza un nivel que nunca antes he visto. Literalmente, el Bentley Bentayga gira completamente plano y sólo se le puede reprochar de una tendencia subviradora cuando fuerzas el giro. Jamás he ido tan rápido con un coche tan grande, y mucho menos tan pesado. Aquí la tecnología consigue burlar la física por encima de nuestras impresiones, algo que nos obliga a acometer decisiones que en otro coche ni siquiera intentaríamos. El resultado final de exprimir al límite al Bentayga es que te das cuenta de que puedes ir muy pasado según tus impresiones, pero justo ahí el coche te responde pidiendo más. El límite, por llamarlo de alguna manera, está muy alto y puede cumplir a las mil maravillas en la conducción en circuito como ya comprobamos en Ascari.
¿Y qué decir del offroad? Sonará a locura enfrentar a trialeras un SUV de alrededor de 300.000 euros, pero teníamos que probar de nuevo cómo trabaja el Bentayga. Los modos de conducción que ofrece Bentley llegan a ocho independientes, encontrando cuatro de ellos dedicados al uso fuera de asfalto. Además se incluye control de descenso y la suspensión neumática autonivelante, lo que te permite sortear pasos bastante comprometidos. Aún así lo increíble del Bentayga es ver cómo afronta cualquier obstáculo o terreno roto con absoluta pasmosidad. No se inmuta, no duda y el avance lo ejecuta siempre de la forma más suave posible. De este modo los ocupantes pueden disfrutar de una jornada de 4×4 sin inmutarse, pues todo lo que sucede en el exterior queda filtrado para no perturbar el confort de los ocupantes. Ver al Bentley Bentayga en 4×4 es tan espectacular, si no más, que verlo en circuito.
Llegado a este punto sólo les pediría a los ingenieros de Bentley que el próximo Continental GT emplee, tal cual, el grupo motopropulsor del Bentayga. Sólo con ello tendrían hecho gran parte del trabajo de puesta a punto y mejora en comportamiento, pudiendo mirar sin tapujos a más de un deportivo de altas prestaciones con su GT de lujo.
La despedida del Bentley Bentayga se aproxima y la reflexión comienza a gestarse. Lo prometido por Bentley se ha cumplido, el Bentayga esconde el mayor avance visto en Bentley en muchos años. Es un SUV que marcará un antes y un después en la marca y también en el mercado, pues no tiene rival directo por prestaciones, posicionamiento o precio. El Bentayga ha puesto el listón muy alto y ya os puedo asegurar que el resto de fabricantes no lo tienen nada fácil para acercarse al primer SUV de Bentley.
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