Desde Australia, de la mano de Quantum Performance Vehicle, nos llega un deportivo ligero, radical, capaz de equilibrar la balanza de la relación peso/potencia en un 1:1 tras el que se esconde todo un tropel de 700 caballos y, claro, 700 kg. Toda una suerte de Fórmula 1 biplaza, un Ariel Atom vitaminado, que bajo la denominación de Quantum GP700 nos ofrece lo que bien podría ser la máquina definitiva de circuito.
Ese alargado morro, las protuberancias que lo acompañan, el enorme splitter frontal, el alerón posterior… su configuración, su diseño, nos evoca irremediablemente a una especie de fórmula que nos pide a gritos que lo llevemos hasta el circuito más próximo para desatar su enorme potencia de 700 caballos.
De su radical aspecto exterior a un radical interior en el que unas esferas analógicas acompañadas de una instrumentación digital heredada directamente de la competición componen prácticamente la única “distracción” de un habitáculo enmarcado entre las barras de su chasis multitubular, bien visible y aderezado con unas barras antivuelco.
“Bajo el capó” de este arma de trackday nos encontramos con una mecánica gasolina de 4 cilindros y 2.7 litros que recurre a una configuración biturbo para desarrollar una potencia de 700 caballos y un par de 654 Nm a 6.500 rpm, recurriéndose para su transmisión a una caja de cambios secuencial de 6 velocidades.
Prestacionalmente es capaz de marcar un 0 a 100 km/h en 2.6 segundos para llegar hasta los 160 km/h en sólo 5 segundos y terminar con una velocidad máxima de 319 km/h.
Ahora bien, ¿cuánto cuesta semejante juguete?
El Quantum GP700 tendrá un precio digno de un selecto superdeportivo de alta alcurnia, 700.000 dólares, al cambio actual más de 620.000 euros. La buena noticia es que podrás rodar con el GP700 más allá de los circuitos. Sí, por “loco” que parezca está homologado para poder circular por la vía pública.
