Sin duda ha sido la sorpresa del Salón de París. Ni un solo adelanto oficial, ni rumores, ni una sola filtración o fotos espía ¿quién demonios se iba a imaginar que Volkswagen iba a lanzar algo como el Volkswagen XL Sport?
Ligero, aerodinámico, con un diseño futurista y movido por una mecánica Ducati. El extremo más opuesto posible al modelo original, al Volkswagen XL1 y que por desgracia se presenta por ahora únicamente como modelo conceptual.
Lo hemos podido disfrutar muy de cerca en el Salón de París y tras verlo en directo y conocidas sus primeras especificaciones sólo nos queda esperar a que Volkswagen se decida a llevar a producción a semejante unión de ingeniería alemana y alma italiana.
Un diseño espectacular que deja claro tanto su vocación de coche ligero y aerodinámico como deportivo y pasional
- – Diseño y peso contenido
- – motor Ducati
Puntos negativos
- – Por ahora es sólo un coche conceptual
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El Volkswagen XL1 nació como proyecto de coche ultra eficiente. Con una muy buena aerodinámica y un peso muy contenido, acompañado entonces por una mecánica híbrida conformada por un motor diésel de 48 cv y un motor eléctrico de 27 cv, es decir, todo lo contrario a lo que se espera de un coche digno de aparecer en Diariomotor Altas Prestaciones. Y entonces llegó el Volkswagen XL Sport.
Tomando como base el diseño original del Volkswagen XL1, su concepto de ligereza y el empeño puesto en su aerodinámica, Volkswagen ha añadido un importante toque de picante. Empezamos por un frontal más deportivo, ensanchado, con una parrilla de panel de abeja, branquias laterales y un splitter.
Nuevas taloneras en su lateral, en el que aparece una gran toma de aire al frente del paso de rueda trasero. Además, se despide del carenado de la rueda posterior para mostrarnos unas llantas de agresiva apariencia.
Buena gala hace el XL Sport de su corazón Ducati. Podemos leer bien claro, bandera tricolor incluida, un “motore Ducati” de lo más esperanzador.
Su zaga nos revela esa atractiva caída tan técnica que ya habíamos podido ver en el XL1, pero aquí queda perfectamente aderezada con un espectacular difusor en fibra de carbono, que bien se extiende hacía los bajos del coche en un escultural fondo plano. La gran óptica posterior, fina pero delimitando todo el contorno de la trasera, sigue presente, eso sí, ahora enmarca una acabado en panel de abeja.
En persona no cabe cuestión alguna acerca de su deportividad. Esos pasos de rueda ensanchados y las correspondientes branquias lo dicen todo y por si quedaba alguna duda al respecto ahí esta la fibra de carbono del difusor posterior.
A título personal confieso que me ha encantado su diseño. No me podía gustar más esa mezcla entre tecnología y deportividad, su escasa altura, esa caída posterior, su mirada, las aletas delanteras y traseras recordándome a un modelo de circuito, a alguna barqueta y esas puertas de apertura vertical…
Un escueto y tosco interior
Hora de asomarse bajo esa puerta alzada. Su habitáculo queda conformado por un escueto conjunto que bien delata su intención de lograr un peso contenido.
Sorprende encontrarse en los guarnecidos de las puertas con las pantallas de sus retrovisores…
…porque no, eso que vemos sobre los pasos de rueda delanteros no son retrovisores al uso, son cámaras.
Pocos elementos nos encontramos en el salpicadero más allá de lo imprescindible. Tampoco hay filigranas ni aditivos extra, sólo una superficie con un entramado similar a la fibra de carbono, pero de apariencia algo tosca.
Su volante es de base achatada. No, no tiene botón alguno, sólo unas costuras en rojo.
Tras este sencillo volante una pantalla totalmente digital que nos recuerda a la pantalla empleada en algunas Ducati, pero no pudimos verla encendida.
Sus asientos son también sencillos. Deportivos, de una sola pieza y con el grosor mínimo, bien próximos al suelo, adivinándose ya una postura de conducción con las piernas bien estiradas.
Detalle peculiar el de la palanca de cambios. Acabada en madera, contrastando bastante en mitad de ese sencillo habitáculo, cuenta con un pulsador de diseño inspirado en la competición que nos permite liberar la palanca para engranar una marcha en la caja de cambios automática.
¿Quién dijo que un bicilíndrico no podía ser deportivo?
Sí, nos gustan los V6, los 6 cilindros en línea, los V8, los V10 y por supuesto los V12… pero a espaldas del habitáculo del XL Sport nos encontramos un bicilíndrico de interesante concepción y cifras.
Llega desde Italia, desde Ducati, más concretamente derivado del propulsor de la Ducati 1199 Panigale Superleggera. Tiene un cubicaje de 1.2 litros, una configuración en L, se ha mantenido atmosférico y desarrolla una potencia de 200 cv a un impresionante régimen de 11.000 rpm.
Para su transmisión se recurre a una caja de cambios de doble embrague, quedando los 200 caballos entregados al tren posterior.
Prestacionalmente registra un 0 a 100 km/h en 5.7 segundos, casi un segundo más rápido que el Volkswagen GTI, contando con una velocidad máxima de 270 km/h.
El encanto de un chasis monocasco en fibra de carbono
El Colkswagen XL Sport esta desarrollado sobre un chasis monocasco en CFRP, plástico reforzado con fibra de carbono que ha sido debidamente acompañada por acero de alta resistencia. Se consigue un conjunto de sólo 890 kg, siendo su longitud de 4.29 metros y su anchura de 1.85 metros, siendo su altura de sólo 1.15 metros.
¿Llegará a producción?
Por ahora es una total incógnita. El Volkswagen XL1 nació también como un ejercicio conceptual y finalmente logró llegar a producción en una tirada limitada a 200 unidades con un precio de 110.000 euros, ¿se comercializará también de manera limitada el XL Sport?
Podría llegar a convertirse en rival para el Alfa Romeo 4C
- – Diseño, sonido y el exotismo del chasis de carbono
- – Dinámica
Puntos negativos
- – El cabrio todavía no está a la venta. Lo queremos cabrio
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Imaginemos, por un casual, que el Volkswagen XL Sport llega a producción. Su chasis, sus cifras de peso y potencia, su concepto… nos serviría un suculento enfrentamiento con el nuevo Alfa Romeo 4C que recordemos también cuenta con un chasis monocasco de fibra de carbono y un motor de 1.750 cc sobrealimentado de 240 caballos.
Diseño pasional italiano frente al diseño técnico alemán. Una mecánica de 4 cilindros turbo contra un bicilíndrico atmosférico, menos potente sí, pero firmado por Ducati y entregando su potencia máxima a 11.000 rpm. Soñemos con ello.
“El Volkswagen XL Sport ya me ha conquistado. Sí, aún no lo he probado, tal vez nunca lo haga dada la condición conceptual del XL Sport, pero dudo que teniendo en cuenta su peso y su mecánica Ducati me decepcione. Me encanta el concepto y diseño del Volkswagen XL Sport, sin duda, para mí, ha sido el coche del Salón de París de 2014. Ahora sólo queda esperar a que Volkswagen decida llevarlo a producción”Mario Herraiz