Con la presentación del Bentley Grand Convertible en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, Bentley retoma aquellos proyectos que nunca debió dejar en dique seco. Fue con el regreso de Wolfang Dürheimer como CEO del fabricante británico como la idea de ver una variante descapotable del Bentley Mulsanne volvió a los planes de la marca para una más que probable comercialización. Sin embargo estos planes no sólo se materializarían en la fabricación de un gran convertible, sino que además traería consigo el digno relevo para uno de los mejores coupés que Bentley ha llevado al mercado, el Bentley Brooklands.
Durante la presentación que Bentley realizó en Los Ángeles, Dürheimer no se anduvo con demasiados rodeos, confirmando el interés de Bentley para dar luz verde al proyecto y, de ser así, de acompañar a este convertible de una versión cerrada que recoja el testigo de los grandes coupés Arnage y Brooklands. No hablamos de un coupé como es el Bentley Continental GT, sino de uns de esas máquinas capaces de superar holgadamente los cinco metros para definir mejor que nada la idea de Gran Turismo.
La esencia de este gran coupé mantendrá intacta la filosofía del anterior Bentley Brooklands, por ello bajo su capó se esconderá el espectacular V8 de 6,75 litros, doble turbocompresor, 537 CV y unos impresionantes 1.100 nm a partir de 1.750 revoluciones por minuto. Esta variante del icónico V8 seis litros y tres cuartos es la última iteración desarrollada para la denominación Speed, sin embargo este propulsor todavía podría ofrecer aún más carácter para el hipotético nuevo Bentley Brooklands.
Aunque de un tiempo a esta parte hemos podido ver a una Bentley volcada con el desarrollo de su primer SUV, la finalización de este proyecto para su debut comercial en 2016 y la llegada de Dürheimer a la directiva ha vuelto a recuperar la visión de una Bentley volcada con esa curiosa receta que aúna deportividad y el mayor de los lujos. La irrupción de variantes más deportivas en la saga Continental GT como ha sido el caso de las especificaciones GT3 son sólo el principio de una nueva etapa.
El Bentley Mulsanne Speed es ya una realidad, dando paso a ese nuevo cambio de ciclo que deberá acompañar la entrada en nuevos nichos de mercado. La identidad de Bentley ha sido y es la fabricación de grandes coupés capaces de competir en las 24 Horas de Le Mans y después servir como medio de transporte a los más ilustres aristócratas cuando no a la realeza.
En su momento, allá por 2008, el Bentley Brooklands firmó la mecánica V8 más potente de la historia de la firma para deleite de 550 afortunados y partiendo del bloque original estrenado por los Bentley S2 de 1959. A día de hoy, ese título lo posee el Bentley Continental GT3-R con 580 CV extraídos de un V8 muy diferente, haciendo uso de la última tecnología alemana y recurriendo a una menor cilindrada con apenas 4 litros.
La denominación Brooklands volverá a la vida casi con total seguridad reviviendo las victorias de Bentley en el viejo circuito británico de Brooklands durante los años ‘20.
