Desde muy pequeño Enrique García ya era un apasionado del mundo del motor aunque la baba se le caía especialmente con los coches, cuánto más raros mucho mejor. Aprendió a leer con las revistas del motor y desde aquel momento han sido su verdadera pasión.
Descubrió eso de escribir artículos e indagar sobre novedades lejanas y mercados exóticos en cuanto tuvo acceso a internet, desarrollando largos artículos en los foros de la época sin cobrar, simplemente por pura pasión bajo el seudónimo Starex . Ese fue el inicio de su carrera actual.
Durante más de diez años formó parte del equipo editorial de Autoblog en Español, uno de los blogs del motor más importantes de aquella etapa. Con el cierre de esa división comenzó su trabajo en varios medios del motor entre los que están Qué Coche Me Compro y la versión digital de Centímetros Cúbicos.
Háblanos del coche que tienes actualmente o de aquellos que has tenido en el pasado. ¿Hay alguna historia o recuerdo particular que puedas contar respecto a alguno de ellos?
Actualmente en el garaje tengo varios vehículos que disfruto relativamente poco por falta de tiempo. El más señorial es un BMW Serie 3 GT que sirve para llevar a la familia con total confort y seguridad. Es un vehículo con motor diésel, muy equipado y confortable. No es tal vez el más bonito pero sí muy capaz.
Junto a él hay un pequeño Lancia Ypsilon con un motor de solo dos cilindros y 85 CV de potencia que se mueve con un brío inusual. No gasta mucho combustible, tiene un sistema de sonido sensacional con subwoofer y tal vez su mayor pega sea la caja de cambios robotizada con cinco velocidades de accionamiento más bien lento.
Además de los coches hay aparcadas dos motocicletas scooters muy prácticas. Una pequeña Piaggio Medley S 150 y una Zontes E350. Sí, el experimento con las marcas chinas también lo hacemos los periodistas del motor y por el momento el nivel de satisfacción es elevado en todos los casos.
Por el garaje han pasado multitud de vehículos muy diferentes que nada tienen que ver. Tal vez un Mercedes CLK del 2006 fue el que más me marcó por ser el primer "coche bueno" que tuvo en su poder. Luego llegarían varios MINI, BMW Z4 y alguna chatarrilla para moverse por ciudad o dejar "abandonado" cuando toca recoger algún coche de prensa. Actualmente ese cometido lo hace un Toyota Yaris del 2001 que está como nuevo, regalo de un familiar.
Con el auge de los vehículos eléctricos y autónomos, ¿cómo ves el futuro de los coches? ¿Crees que estas tecnologías mejoran o empeoran la experiencia de conducir?
Los vehículos eléctricos ya están aquí y parece que se quedarán para siempre. No tengo claro que se terminen convirtiendo en la única realidad existente a partir de 2035 e incluso en 2050 me parece prematuro pero las tecnologías avanzan y todo puede cambiar.
Lo que sí tengo claro es que España no es Noruega ni por orografía ni por densidad, distancias o niveles de seguridad. En los países nórdicos puedes dejar una caja con mermeladas y la gente deja el dinero; aquí se llevarían las mermeladas, la mesa, el cajetín con las monedas y hasta el cartel. Cuestión de civismo.
La conducción autónoma tal vez tenga sentido en las grandes ciudades pero para viajes largos está claro que muchos usuarios desearán poder conducir sus vehículos si es que es posible. No sabemos hacía dónde irán las nuevas leyes relacionadas con la movilidad individual.
¿Cuál crees que es el futuro de Diariomotor en relación con la evolución de la industria?
En Diariomotor tenemos la suerte de contar con un equipo sensacional variado que se adapta de manera extraordinaria a los cambios que van llegando. Esto ya hace posible que cualquier novedad, tendencia o incluso problema que venga se pueda cubrir y solventar con rapidez y calidad, una de las características más importantes del medio.
Está claro que nos quedan muchos retos por superar pero también estoy convencido que seremos capaces de estar a la altura como ha ocurrido hasta ahora. La clave está en entender lo que sucede a tu alrededor y tener la mente abierta. Solo así podrás adaptarte a todo lo que venga sin bloquearte.