La Autobahn es uno de los pocos lugares del mundo sin limitaciones de velocidad. Un paraíso de asfalto que permite que los desplazamientos por carretera sean mucho más rápidos. Y además, suele servir para poner a prueba las velocidades punta de un montón de coches. Incluso de máquinas tan temibles como el Bugatti Veyron, que podría alcanzar los 400 km/h en caso de que el tráfico lo permitiese. Nuestro protagonista es un Veyron. ¿Intrigados?
En concreto, es un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, un descapotable con 1.200 CV y 1.500 Nm de par motor, que no puede circular descapotado a más de 350 km/h. Por fortuna, lleva su techo rígido puesto, con el que podría sin problemas llegar a sus 410 km/h de velocidad punta homologada. El propietario del Veyron decide dar rienda suelta a su 8.0 W16 con cuatro turbos, que suena como un maldito avión a reacción a plena potencia.
En un trozo de Autobahn no especificado, y con el copiloto grabando, el Veyron Grand Sport Vitesse consigue alcanzar la tremenda velocidad de 349 km/h en carretera abierta. En sí es un hecho espectacular, y el hecho de estar grabado con un teléfono convencional – en lugar de cámaras fijas de gran angular, tipo GoPro – logra que la sensación de velocidad sea aún mayor. Ver pasar las vallas y otros coches a una velocidad de vértigo es como poco impresionante.
En Diariomotor: A solas. Foto a foto con el último Bugatti Veyron de la historia: La Finale