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Presión popular y prisas: así es como este Morgan 4/4 ha acabado destrozado

Menudo peligro tienen los «Cars and Coffee». Estos eventos, concentraciones en fin de semana de coches de todo tipo, han ganado mucha popularidad durante los últimos años. A la salida, muchos propietarios se sienten obligados a salir quemando rueda, a enseñar el fuerte sonido de su coche, o en general, a exhibirse ante decenas o cientos de cámaras atentas. Y es cuando vienen las desgracias: ya hemos visto lo que sucede con los Ford Mustang en Estados Unidos. En esta ocasión, el «Cars and Coffee» de turno acontecía en Reino Unido, y una imprudencia, mezclada con la presión popular, se ha cobrado un buen golpe a un Morgan 4/4.

A la salida de este Cars and Coffee hay una carretera de doble sentido, en la que el límite son 50 mph (poco más de 80 km/h). El Morgan 4/4 sale, cruza el primer carril y se incorpora al tráfico. El problema es que no comprobó si venía otro coche, o si lo hizo, juzgó muy malamente su velocidad de incorporación con respecto a la del Peugeot 206, que circulaba a velocidad legal. A los pocos segundos de incorporarse, se oye un fuerte pitido y un Peugeot 206 se estampa en plena frenada contra su parte trasera. Unos pocos kilómetros hora más, y el 206 habría acabado encima del Morgan.

¿Por qué el 206 no lo esquivó? Posiblemente no pudo reaccionar a tiempo, y no pensaba que su carril sería invadido por otro coche. Quizá pensó que el Morgan se apartaría, en vez de apartarse él. No es relevante, porque toda la culpa es del conductor del Morgan, desgraciadamente. No sabemos si quería impresionar o no a la muchedumbre, pero debería haberse esperado a que el tráfico disminuyese para incorporarse con garantía a la calzada en la que debía ceder el paso. El resultado es un bonito roadster completamente destrozado, y un Peugeot 206 que se ha tragado un mal rato sin tener culpa en ello.

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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