En estos tiempos, la obsolescencia programada es un concepto que conocemos demasiado bien. Incluso en el mundo de los coches, nos da la sensación de que muchos componentes están diseñados para funcionar bien durante un tiempo limitado, teniendo que ser reemplazados – en muchas ocasiones, sin posibilidad de reparación – cuando dejan de rendir como deben. En estos tiempos resulta refrescante que un fabricante de coches gire la «tortilla» de la obsolescencia programada, explícitamente expresando en un anuncio que su coche está hecho para durar.
Y no, no estamos hablando del Toyota Land Cruiser o del Toyota Hilux. Estamos hablando de Mercedes, cuyo todoterreno Clase G es uno de los vehículos más especiales actualmente a la venta. El Mercedes Clase G lleva a la venta desde el año 1979, empleando un chasis de largueros y travesaños, con un sistema 4×4 con triple bloqueo de diferenciales. Aunque sus motores y tecnología son de última generación, su base tiene décadas de experiencia en los terrenos más difíciles. Curiosamente, sus puertas, con bisagras expuestas, siguen siendo idénticas a las originales.
Este detalle hace que el portón del maletero y sus puertas tengan un peculiar sonido, además de requerir cierta fuerza para ser cerradas. Esa peculiaridad – muy querida por sus propietarios, todo sea dicho – es la que una agencia de publicidad ha usado para el último anuncio del Mercedes Clase G. La dueña de un Clase G compra una botella de leche en un supermercado, y rompe el cristal de la nevera al cerrar con demasiada fuerza su puerta. El motivo queda explicado cuando vemos cómo cierra la puerta de su flamante Mercedes Clase G.
Galería de fotos del Mercedes Clase G