Uno de mis «guilty pleasures» o «placeres culpables» es verme todos los años la primera película de «A Todo Gas». Una película centrada en el mundo del crimen y las carreras ilegales con coches tuneados, lanzada en 2001. Una película que dio pie a una saga que ya nada tiene que ver con sus inicios y que lanzó al estrellato a sus protagonistas, destacando el papel de Vin Diesel y Paul Walker. Este último falleció en un terrible accidente de coche en 2013, y en este artículo quiero recordar uno de sus papeles más desconocidos: figurante en un anuncio de Renault.
Es normal que no recuerdes el Renault Fluence. Era la versión de cuatro puertas del Renault Mégane de tercera generación y era un coche de todo menos apasionante. De hecho, era un coche aburrido y soso como pocos. Sin embargo, la filial latinoamericana de la marca decidió lanzar al mercado una versión GT del Fluence, equipada con un motor 2.0 F4R de cuatro cilindros y 180 CV, desarrollado por RTA (Renault Technologies America). Un motor turboalimentado de buen rendimiento, acompañado de un kit de carrocería más agresivo y una puesta a punto más ágil.
Este coche tan orientado a un mercado específico debía tener un anuncio a su altura. Lanzado al mercado en 2012, Renault decidió aprovechar la popularidad de Paul Walker y las últimas películas de The Fast and The Furious para lanzar un anuncio protagonizado por el actor. Un anuncio peculiar, en el que un Renault Fluence se fusiona con un Fórmula 1 y hace derrapes en una pista de aterrizaje, conducido por el actor estadounidense. Quizá el último papel en el que esperabas ver al policía convertido en criminal internacional.