En el año 1926, hace exactamente 95 años, se produjo en Detroit esta camioneta GMC de dos toneladas. En el año 1940 fue aparcada definitivamente, y desde entonces ha languidecido aparcada en algún lugar del sur de Estados Unidos, de clima benigno. Tras 81 años sin moverse, fue rescatado de su descanso eterno y movida a otro lugar, con el objetivo de averiguar si arrancaría tras una generación a la intemperie. Tras ocho décadas de abandono, de ciclos de calor y frío, de lluvias y nevadas. Es imposible que arranque, ¿verdad?
Al moverlo, la madera de su caja y cabina, cuajada de termitas, se quebró, y la camioneta fue dañada. Por fortuna, aunque está realmente oxidada, el capó protegió la mecánica y su chasis de largueros está en relativo buen estado. El youtuber «Jennings Motor sports» procedió entonces a vaciar su cárter, donde había una mezcla putrefacta de agua y aceite. Tras cambiarle el aceite, instalar nuevas bujías y comprobar que el motor giraba libremente, le aplicó corriente. ¡El motor daba chispa! Era momento de tratar de arrancarlo.
Con la ayuda de nuevo combustible – parece ser succionado por vacío al carburador – y una llave de carraca a modo de manivela, el motor logra arrancar. Tras 81 años parado, el motor vuelve a quemar combustible, además de quemar todos los restos de aceite presentes en su interior. La humareda blanca denota que los sellos de las válvulas están en mal estado, y que los segmentos dejan pasar mucho aceite a las cámaras de combustión. En cualquier caso, resulta impresionante que haya vuelto a la vida tras un letargo prácticamente eterno. Ver para creer.