El Audi Quattro fue el primer coche de Audi en montar tracción total permanente, y aunque ya había algún coche con cuatro ruedas motrices, fue uno de los que más contribuyó a que se popularizaran de forma masiva. El Quattro transformó para siempre la efectividad de los coches en carretera gracias a su sistema de tracción total. Fue lanzado al mercado en el año 1980, y el ejemplar que protagoniza este artículo es del año 1982. Se aparcó en un garaje de un pueblecito de Escocia en 1994… y 28 años después, ha vuelto a ver la luz del día.
Es lo que los británicos llaman un «barn find», y es uno de los santos griales de los aficionados a los coches clásicos. El propietario de este Audi Quattro falleció en 2021, y es su hermano el que ha permitido al periodista Jonny Smith grabar el coche, y darle visibilidad antes de su subasta. El coche tiene sólamente 93.476 km y monta un kit de carrocería deportivo de época. Es blanco, con las llantas a juego. Aunque sus bajos están oxidados y su carrocería presenta suciedad, marcas de todo tipo y puntos de óxido… es una base sólida y original.
Su motor turboalimentado de 2,2 litros y cinco cilindros desarrollaba en la época 200 CV, convirtiéndolo en uno de los coches más rápidos y exclusivos del momento. La gran noticia es que su interior se encuentra en perfecto estado, y no ha caído víctima de los roedores o el moho. El atractivo de este coche es que se trata de unos de los primeros Audi Quattro exportados a Reino Unido, y en su condición de cápsula temporal. El coche ha sido recientemente subastado por un importe superior a las 20.000 libras, a pesar de necesitar una restauración completa.