Y es que por mucho que disfrutemos viendo como este Audi R8 Spyder V10 recupera parte de su esencia tras una limpieza y detallado a conciencia, duele. Más aún cuando conocemos el motivo de su abandono, y no es otro que una suspensión neumática de aftermarket que, tras una mala instalación, complicó el uso del superdeportivo alemán.
El Audi R8 V10 que fue abandonado durante 5 años vuelve (casi) a la vida
Es el propio dueño del coche, Bill, quien explica a los chicos de WD Detailing lo que sucedió para que el pobre R8 estuviese abandonado a su suerte durante cinco años. La realidad es que la casa donde el R8 se encuentra fue propiedad de Bill antes del Covid, pero los actuales dueños les ofrecieron seguir guardando allí pertenencias e incluso coches.
El problema llega con el confinamiento, el necesitar atender otros asuntos y, por lo que insinúa el dueño del R8, atender a otros juguetes. A ello hay que sumarle la instalación de una suspensión neumática que resultó nociva para el coche y que hizo que estuviese parado más tiempo del deseado. Además, y tal y como cuenta Bill, la batería es imposible de cargar con el sistema de la propia suspensión instalado en el maletero delantero -aunque WD Detailing realmente lo consigue-.
Ese cómputo de elementos provocó que el Audi R8 estuviese ahí cogiendo polvo hasta ahora, momento en el que se recurrió a WD Detailing para ponerlo al día. Bien es cierto que nuestros protagonistas no tocan el apartado mecánico -el cual sin duda necesita de una importante puesta a punto-, pero al menos consiguen hacer que vuelva a brillar.
Sin lugar a dudas, el antes y el después es espectacular, especialmente dada la cantidad de suciedad que tenía el Audi R8. Pero el final del vídeo resulta agridulce, fundamentalmente porque se toma la mala decisión de encender a un V10 de 5.2 litros que llevaba parado desde hacía cinco años y sin previa puesta a punto. ¿El resultado? Una humareda blanca que, tras revolucionarlo, se expande aún más.