Para muchos la idea de un Audi RS6 diésel puede ser un sacrilegio, una herejía y hasta un ultraje; pero no para el propietario de la unidad que hoy nos ocupa. Y es que, bajo el pseudónimo de Audrius, nuestro protagonista ha decidido transformar un Audi A6 BiTDI Allroad en un auténtico monstruo con 550 CV y 1.000 Nm de par para convertirse, con todas las de la ley, en un RS6 diésel.
Y como no podría ser de otra forma la creación ha tenido lugar en Inglaterra, país donde las MOT –ITV por aquellos lares- son mucho más permisivas. De esta manera es posible homologar y circular sin inconvenientes con este monstruo petrolero que haría que la mismísima Greta Thunberg se estremeciese.
Así es el brutal Audi RS6 diésel: fantasía para muchos, pesadilla para otros
De serie, el A6 Allroad equipa un motor V6 TDI de 3.0 litros biturbo que produce 313 CV y 650 Nm de par, cifras que permiten un 0 a 100 en 5,6 segundos y alcanzar una velocidad punta de 250 km/h. Cifras irrisorias después de que su propietario lo haya sometido a una serie de trascendentes transformaciones.
Lo primero es que monta turbos híbridos, mejoras en el sistema de inyección de combustible, nuevos inyectores, downpipe, filtro de aire y frenos de RS6, inyección de metanol y lo más importante: una stage 3. Todo ello deriva en los ya mencionados 550 CV y 1.000 Nm de par que permiten un 0 a 100 en unos vertiginosos 3,6 segundos, aunque el dueño asegura que ha conseguido parar el cronómetro en 3,5 segundos.
¿Lo mejor de todo? Que sigue siendo un coche capaz de ofrecer consumos paupérrimos pese al incremento de potencia que ha experimentado. Y es que, tal y como indica su dueño, sigue siendo un coche perfectamente válido para el día a día tal y como lo es un Audi RS6 convencional, solo que en este caso con el handicap de tener que visitar la gasolinera más de lo habitual.