No es la primera vez que vemos a un cuerpo policial estrenar un deportivo, o un coche exótico, para su trabajo diario. Incluso la policía de Madrid estrenó dos Renault Mégane RS hace años. Pero el caso del BAC Mono es muy particular. En Liverpool nacía un deportivo ultraligero, de esos que sin necesidad de mucha potencia son capaces de poner contra las cuerdas a cualquier superdeportivo, aunque tenga un caballo tatuado en su frontal. Ahora bien, ¿hasta qué punto es adecuado un monoplaza para el trabajo policial? ¿dónde llevarán a los detenidos? ¿qué labor ejercerá el BAC Mono en el cuerpo policial de la isla de Man?
Definitivamente este BAC Mono no ha sido para llevar a comisaría a ningún detenido, ni tampoco para interceptarlos. La isla de Man es un paraje idílico para los amantes de la velocidad. Carreteras divertidas, paisajes de gran belleza y el lugar en el que cada año se celebran algunos de los eventos deportivos más espectaculares del mundo del motor, como el Tourist Trophy de la isla de Man.
Es por eso que Briggs Automotive Company (BAC), creadores del BAC Mono, querían estar presentes en la isla – más allá de algunos eventos que vienen celebrando desde hace años – y aportar su granito de arena en la concienciación acerca de la seguridad vial. Y de hecho ese será el cometido de este BAC Mono.
La policía de la isla de Man pretende utilizarlo en sus campañas de concienciación. Están convencidos de que pocos coches atraerán más a los amantes de la velocidad que un BAC Mono. Y con ese acercamiento pretenden que el BAC Mono sea partícipe de sus acciones y de sus campañas para promover la seguridad vial.
Al respecto del BAC Mono no hay mucho más que decir que no sepamos ya. En vacío pesa 580 kilogramos y emplea un motor de cuatro cilindros en línea, atmosférico, con más de 300 CV de potencia, con cárter seco y un cambio secuencial de seis relaciones. Hablamos de una relación entre potencia y peso de más de 500 CV por tonelada, cifras dignas de un superdeportivo. Un peso que además se distribuye en una relación del 48% y el 52%, entre el frontal y la trasera.
Esta bestia, que viaja a ras de suelo, es capaz de superar los 270 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en el entorno de los 3 segundos.