En las competiciones de ascenso solemos ver verdaderos monstruos mecánicos, coches cuyos motores han sido llevados a un plano superior de rendimiento y prestaciones, montados sobre chasis que han visto triplicada o cuatriplicada la potencia sobre la que fueron diseñados. No hay más que ver el espectacular BMW 134 del fallecido Georg Plasa. En este caso, nos vamos a Líbano, donde el campeonato de ascensos de montaña es uno de los deportes de motor favoritos del público. Es en Líbano donde habita esta bestia, un BMW Serie 3 E30 de poco más de 1.000 kilos de peso, dotado de un motor con 440 CV de potencia.
El alma de este incendiario BMW Serie 3 pertenece también a la familia BMW. Es un motor S54, un seis cilindros en línea atmosférico que originalmente era montado en los BMW M3 E46 – ¿hubo alguna vez mejor BMW M3 que el E46?. Este motor tiene una carrera acortada, que reduce su cilindrada hasta los 3,0 litros. Con una serie de modificaciones internas en árboles de levas, cigüeñal, electrónica e inyección, el motor logra desarrollar 440 CV a unas impresionantes 9.600 rpm. El corte de inyección del motor está por encima de las 10.000 rpm, cifras más dignas de una moto deportiva.
Este BMW Serie 3 es la montura de Naoum Oneissy, actual líder del Campeonato Libanés de Montaña, en su categoría de vehículos de propulsión trasera. Viendo como de bien se mueve su misil atmosférico, no es difícil ver por qué. En el vídeo que hemos dejado sobre estas líneas comprobaréis como Oneissy conduce al límite de adherencia, redondeando cada curva e incluso volando en un punto del ascenso. Su nivel de pilotaje es desde luego muy superior al de cualquier mortal, y como es habitual en Montaña, no cuenta con copiloto alguno a su lado.
