Hemos visto todo tipo de coches últimamente en Diariomotor. Un Volkswagen Golf Mk2 de 1.233 CV que se merendaba Bugatti Veyron, un BMW M5 E34 con turbo de camión y más de 1.000 CV que se merendaba a otro Veyron y un Volkswagen Golf Mk1 de 1.033 CV, auténtico terror de las Autobahn. Hoy os traemos otro coche que no os dejará indiferentes. Se trata de un BMW Serie 5 E34 al que un noruego desquiciado ha instalado el 5.0 V12 de un Serie 7 de finales de los 80. Turboalimentado y reforzado hasta llegar a… 1.378 CV.
En Noruega hay pocas horas de luz y las jornadas laborales son cortas. Por ello se pueden permitir pasar años construyendo máquinas de escándalo. Seis años ha tardado un noruego en construir este «BMW 550i» basado en un Serie 5 E34. Los motores de los Serie 7 E12 encajan a la perfección en el E34, por lo que decidió potenciar el motor más potente de la Serie 7: un 5.0 V12 cuya arquitectura básica fue evolucionada para el McLaren F1. Un motor con potencia, al que acopló uno de los turbos más grandes disponibles en el mercado.
Un Garrett digno de un camión, que junto a bobinas MSD de alto voltaje – para asegurar una chispa potentísima – y una admisión completamente artesanal, llevan la potencia del V12 hasta los 1.378 CV, con un par máximo de 1.566 Nm, soplando a 1,7 bares de presión. Evidentemente, hay muchas más modificaciones que no conocemos, pero es un coche realmente impresionante. Nunca había visto nubes de humo tan blancas e intensas en un show de burnouts en Noruega. En el que el motor devora sus neumáticos traseros en apenas un par de minutos. ¿No me creéis?
Un escaparte de artesanía mecánica y potencia incomparable.
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