La experiencia de acelerar a fondo en un BMW i8 hay que vivirla para poder contarla. Puedes imaginarte que su aceleración es espectacular cuando ves que es capaz de vencer a deportivos de altos vuelos en carreras de aceleración. Pero la sensación que transmite al acelerar a fondo no tiene nada que ver con esa patada inicial que te pega al asiento de un coche, y esos altibajos que hacen que tu espalda vaya golpeando, una y otra vez, con el respaldo del asiento. Sino con una progresividad digna de un tren de alta velocidad. Pero el BMW i8 de este vídeo tiene otro secreto inconfesable, un curioso sistema que oculta su matrícula. ¿Solución antiradares, o idea para mejorar la aerodinámica?
Aunque en el vídeo no quede muy claro el sistema que utiliza, da la impresión de que este BMW i8 cuenta con un brazo articulado que muestra y oculta la matrícula a petición del conductor, escondiéndola debajo del parachoques delantero. Puede que forme parte de su preparación aerodinámica para ajusticiar a diferentes deportivos, como un Mercedes C63 AMG y un Porsche 911 GT3, en una drag-race.
¿Hasta qué punto puede mejorar la aerodinámica el hecho de esconder la matrícula? Ayudar, ayudará, pero ni mucho menos es el factor que marca el devenir de los acontecimientos. De hecho, también hay que reconocer que el BMW i8 es capaz de ganar a muchos deportivos en los primeros metros, pero según aumente la distancia de la prueba de aceleración, su ventaja se irá minimizando hasta anularse, por las limitaciones de su velocidad punta.
Lo que sí tengo claro es que como método antiradares es una solución muy cuestionable. Entre otras cosas, porque la matrícula posterior no parece que cuente con el mismo sistema. Lo segundo, porque un BMW i8 en blanco y negro, con adhesivos en la luneta delantera no es ni mucho menos el tipo de coche con el que te podrías escapar de una patrulla de la Guardia Civil y después asegurar que no fuiste tú el que les adelantó a 200 km/h. ¿No crees?
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