El BMW M3 E30 es uno de nuestros iconos de los años 80. Un deportivo equilibrado y ágil, si bien considerado por algunos poco potente. No creo que sea el caso, pero sí lo opina el propietario del M3 del vídeo que a continuación recogemos. Digamos que su filosofía fue la de «matar moscas a cañonazos». Posiblemente pensó, «mi M3 necesita algo más de potencia», para acto seguido instalar bajo el capó el motor 5.0 V10 del BMW M5 E60. No se quedó ahí, sino que se dedica a enfrentarse a superdeportivos en carreras de aceleración con el objetivo de humillarles. Incluso se atreve con algún que otro Lamborghini.
En su defensa, no se mete con los Lamborghini Aventador SV, sino con los toros italianos menos potentes. Hablamos del Lamborghini Huracán LP580-2, el único Huracán de propulsión trasera, equipado con un motor 5.2 V10 de 580 CV de potencia y una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones. Podríamos pensar que no es rival para un BMW M3 «tuneado», pero hemos de tener en cuenta un detalle importante: el BMW M3 pesará poco más de 1.300 kilos. Aunque el Lamborghini es más rápido y aerodinámico sobre el papel, pesa 1.518 kilos. ¿Qué ocurre en una batalla de aceleración con salida lanzada?
Parece increíble, pero es cierto. El BMW M3 ha completamente aniquilado al Lamborghini, que no ha logrado recuperar un sólo centímetro de terreno. El BMW tenía un déficit de 73 CV con respecto al Lamborghini – aunque no sabemos si su dueño lo habría potenciado más allá de sus 507 CV, o qué tipo de caja de cambios usa – pero no parece haber importado habiendo visto el resultado final.
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