La revista EVO ha grabado un especial en circuito con dos de las berlinas más potentes y rápidas del momento. Se trata del BMW M3 por una parte y el Mercedes-AMG C 63 por otra. Un afilado y contundente instrumento de precisión contra un martillo demoledor que derrocha potencia. Creo que no hace falta que explique cuál es cuál a estas alturas de la película. Si no quieres perderte un festival de derrapes y excelentes tomas, te sugerimos que no te vayas a ninguna parte. Comienza el espectáculo, señores y señoras.
En un revirado trazado británico – que creo que es Castle Combe – el probador de EVO pone a ambos vehículos a su límite. El BMW M3 es un M4 de cinco puertas, y comparte con el coupé plataforma, motor y sensaciones. Su motor de seis cilindros en línea gira a un régimen muy alto para ser un motor turboalimentado, y su bajo peso permite un reparto de pesos casi perfecto. Sus 1.635 kilos y una caja de cambios M-DCT de doble embrague hacen que el BMW M3 sea el rey de la compostura y la eficacia en el trazado británico.
Donde el BMW M3 es progresividad y delicadeza, el Mercedes-AMG C63 S es fuerza bruta. Su motor 4.0 V8 Biturbo desarrolla la tremenda cifra de 510 CV, que pasa a un eje trasero al que le cuesta digerir semejante potencia. Los sobrevirajes son continuos, pero el problema es que está dotado con discos de freno convencionales frente a los discos carbonocerámicos del BMW. Con un peso superior – aproximadamente 95 kg – la relación peso-potencia aún le es favorable, pero pierde el trono a causa de una dinámica inferior.
En Diariomotor: Precios en España del Mercedes-AMG C 63