Mucho ojo. Tenemos una nueva bestia suelta por las carreteras de Europa. Tras el Volkswagen Golf de Boba Motoring (espero que lo hayas visto ya), nos vamos a Suecia a carreras de aceleración con salida lanzada. En ellas, un Bugatti Veyron se enfrenta sin éxito a una Kawasaki Ninja H2 – en versión de calle – y tras la derrota, se enfrenta a un BMW M5 E34. Con apenas 340 CV de serie, nadie estaba preparado para encontrar más de 1.000 CV bajo su capó y un turbo procedente de un camión. ¿Pudo el Veyron con el M5?
El BMW M5 E34 tenía varios secretos bajo su capó. Un bloque reforzado y una turbina del tamaño de una olla, extraída de un camión pesado. Cuando el turbo comienza a soplar, se desata el infierno, y más de 1.000 CV pasan sin filtros a las ruedas traseras, calzadas con slicks Hoosier de drag racing. Explosiones, petardazos, tirones… evidencian una puesta a punto aún en progreso, pero también un tremendísimo potencial, aún oculto en el 3.8 de seis cilindros en línea.
Y un potencial que ya es capaz de dejar atrás a un Bugatti Veyron – con 1.001 CV de potencia y una caja de cambios de doble embrague, no manual como el M5 – en una salida lanzada. Y por un margen considerable. La sorpresa de los ocupantes del Veyron es patente, y evidentemente no salen de su asombro cuando abren el capó del BMW M5, descubriendo la bestia oculta. Ahora es vuestro turno de ver la humillación en vídeo. ¿Estáis preparados para ello?
En Diariomotor: El Volkswagen Golf Mk2 de 1.233 CV que merendaba Bugatti Veyron a pares