Hace apenas unas horas os hablaba del nuevo videojuego de la saga Need for Speed. Se llama Payback y de nuevo nos sumerge en un mundo delictivo, con una historia que podría perfectamente servir de hilo argumental para una de las nuevas películas de «A Todo Gas». La portada del videojuego – o carátula, como ya los más entrados en años decimos – muestra en primer plano a un Nissan Skyline GT-R R34, flanqueado por un coche clásico con preparación todoterreno y… ¿un momento? ¿Es ese el nuevo BMW M5? ¿Se ha de verdad filtrado en la carátula de un videojuego?
Así es chicos, todos los indicios apuntan a que en verdad es el nuevo BMW M5. Fijaos en su calandra, con barras verticales cromadas y en la profusión de tomas de aire de su paragolpes. Está pintado en colores característicos de BMW Motorsport e incluso puede adivinarse en su calandra el logotipo de la versión. Es una filtración en baja resolución, pero es mucho más de lo que BMW nos ha dado: ellos solo nos han enseñado una unidad, completamente camuflada, bajo la que se adivinan las formas de un coche. Eso es todo.
Al menos, BMW nos ha dado mucha información técnica sobre el sistema de tracción integral de su superberlina. Es un sistema xDrive con un modo de conducción que permite la desconexión del tren delantero en caso de que queramos practicar el drifting, o simplemente, divertirnos un poco más de la cuenta. El nuevo BMW M5 se presenta con derecho propio en Need for Speed como un auténtico avión de altas prestaciones: la potencia de su motor 4.4 V8 TwinPower Turbo de estima en unos 600 CV, suficientes para que el 0 a 100 km/h transcurra en poco más de tres segundos.