Esta semana se ha producido un acontecimiento histórico. Es cierto que, tras la expectación y el revuelo que generó su predecesor, el Veyron, la presentación del Bugatti Chiron, que en resumidas cuentas es una evolución de aquel hiperdeportivo, podría parecernos algo menor. Pero que Bugatti lance un superdeportivo es algo que, como mucho, sucede una vez cada diez años. Y para presentárnoslo, Bugatti ha tenido la consideración de preparar un vídeo, con muy buen gusto, en el que el nuevo Bugatti Chiron resulta más amenazante que nunca.
Tras establecer el contexto histórico, y recordarnos que Bugatti no es una marca contemporánea, aunque la mayoría de la gente solo tenga en su cabeza una silueta, la del Veyron, aparece el nuevo Bugatti Chiron. Un vídeo en el que de paso aprenderemos a pronunciar correctamente su nombre, con acento francés, que no es casualidad que coincida con el apellido de Louis Alexandre Chiron, el piloto monegasco que en los años treinta compitió en la escudería de Ettore Bugatti.
Un vídeo en el que ya podemos ir haciéndonos una leve idea de cómo sonará esta bestia con motor de 8.0 litros, un W16, cuatro turbos twin-scroll, un actuador eléctrico, y nada más y nada menos que 1.500 CV de potencia.
Ahora es normal que nos hagamos la siguiente pregunta, ¿tendremos que esperar otros diez años para conocer al sucesor del Bugatti Chiron?
Todo apunta a que Bugatti, sin desmerecer el estándar de exclusividad que ha implantado en sus deportivos, quiere aumentar la producción anual de sus máquinas. Sabemos que el límite del Bugatti Chiron estará en 500 unidades, que por medio probablemente habrá ediciones especiales, y nuevas versiones de carrocería, entre las que probablemente se colará un «descapotable» tipo targa. Y que ya hay 120 clientes que han pagado más de 2,4 millones de euros por tener su Bugatti Chiron, cuanto antes, en el garaje.
Cifras astronómicas. Casi tanto como sus prestaciones.
Fuente: Bugatti
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