Nos guste o no, los sistemas de vigilancia y control del tráfico son necesarios para mantener el orden y la seguridad en las carreteras. Hablamos de radares y cámaras de video. El gran problema llega generalmente cuando su finalidad manifiesta una clara intención recaudatoria, muy alejada de esa función inicial de mejorar la seguridad que debería prevalecer sobre todo lo demás. Si alguna vez te has indignado por la presencia de radares y cámaras escondidas en los lugares más insospechados, tal vez debas echar un vistazo a la idea que han llevado a cabo en Arizona, instalar una suerte de cámaras-cactus que pasan completamente desapercibidos en el entorno desértico de esta región de los Estados Unidos.
Aunque a priori estos cactus con cámaras no incluirán radares, sí que parecen estar dotados con un sistema de reconocimiento de matrículas. Podéis imaginaros la sorpresa de los conductores al encontrarse con esta suerte de cactus equipados con una cámara, su desconcierto, primero; y más tarde preocupación. Una preocupación lógica si tenemos en cuenta la estrategia oscura y hasta perversa de las autoridades para ocultar las cámaras en el interior de un cactus (noticia en Fox News).
Una preocupación que aumenta aún más si las explicaciones que se ofrecen a la población no convencen. A priori su única finalidad sería la de identificar vehículos robados, y localizar a prófugos. En cualquier caso, una tecnología de este tipo exige cuidar al máximo la privacidad.
Por otro lado, las autoridades aseguran que la estrategia de esconder las cámaras en el interior de un cactus no responde a un fin tan oscuro o perverso, el de evitar que los conductores se percaten de su posición, sino a una mera cuestión estética. Arizona quería instalar cientos de cámaras con sistema de reconocimiento de matrículas en sus carreteras, similares a las que ya están situadas en postes de metal y en los propios coches de patrulla de los agentes, y su objetivo era conseguir que el impacto visual se minimizase.
Vía: Carscoop
En Diariomotor: Así funciona el nuevo super-radar muticarril: 5 preguntas y respuestas sobre “el ojo de Sauron”