Para muchos el coche eléctrico es una burda herejía que debe ser erradicada; para otros es una buena solución de movilidad; y para cada vez más es sinónimo de nuevos proyectos. A este último grupo pertenece Don Swadley, quien ha llevado a cabo un swap en un Can-Am Maverick UTV con el motor de un Tesla Model 3, buscando así convertirlo en el juguete definitivo para el desierto, aunque tal no sea plato de buen gusto para todos.
Y es que esta práctica es cada vez más común, la de extraer un motor de un coche eléctrico y adaptarlo a un vehículo que en su día recurrió a una mecánica de combustión. Pero lo que es menos habitual es que se vean estos swaps en un Cam-Am y sucedáneos, principalmente porque batería y motor se encargan de añadir más peso al conjunto.
El Can-Am que se volvió eléctrico gracias al motor de un Tesla Model 3
Sea como fuere, el artífice de esta genialidad para muchos y vejación para otros cuantos indica que recurrió a diez baterías procedentes de un Chevrolet Volt, y las cuales declaran sobre la báscula 31 kilos cada una. Mientras tanto, el motor del Model 3 se ha instalado en el eje posterior.
No obstante, no se ha declarado ni potencia ni prestaciones, aunque debemos saber que al tratarse el motor de la berlina eléctrica estamos hablando de potencias comprendidas entre los 283 y 513 CV. Eso se traduce en que el aumento de peso se ha visto automáticamente compensado por el aumento de potencia, y para dirigir dicho atracón de CV, el propio Swadley ha mejorado brazos de suspensión y frenos por cortesía de Extreme Performance.
Pero, ¿cuánto tiempo podría uno divertirse en el desierto con el Can-Am eléctrico? Tampoco se ha desvelado su autonomía, pero su creador ha confirmado que, después de haber estado conduciendo durante medio día por las dunas sin piedad alguna, el Maveric con corazón de Model 3 subió al trailer con un 53% de autonomía restante.
Imágenes: Instagram
