Nos gusta la fibra de carbono. Pesa poco, ofrece una buena resistencia y para “colmo de males” sienta bien. El propietario del capó protagonista de la imagen que encabeza estas líneas bien sabe eso de que la fibra de carbono sienta bien, aunque los kg ahorrados a golpe de fibra de carbono no le ayude demasiado a combatir un peso bastante abultado. ¿A quién pertenece este capó?
La fibra de carbono no sólo esta presente en su capó, también se extiende por el alerón posterior y su techo, pero más allá de estos aditivos y de un diseño en general bastante agresivo no podemos perder de vista lo que se esconde bajo ese capó, todo un regate a las normativas de emisiones a golpe de V8 atmosférico.
Hay ganas, muchas, de conducirlo. Desarrolla más de 470 caballos y su precio es inferior a los 100.000 euros. Es, al menos sobre el papel y hasta que lo podamos probar, uno de esos coupés hechos por y para disfrutar, desde que lo arrancas hasta que lo vuelves a aparcar en el garaje y miras su silueta.
Hora de las apuestas, ¿de qué modelo se trata? Hemos estado con él en el Salón de París, pronto la solución.
En Diariomotor: ¿Pero qué demonios sucede con este maletero?| ¿Pero qué demonios sucede con la marcha atrás de este coche?