La vida de los pilotos probadores parece un sueño sobre el papel. Y en muchos aspectos lo es, incluso desde nuestra óptica, con coches de prueba disponibles e invitaciones a eventos de presentación de nuevos coches. Los pilotos de pruebas se encargan de afinar la dinámica de los coches antes de ser lanzados al mercado, ponerla a punto exprimiendo la máquina en sitios como… el Infierno Verde. Es uno de los circuitos más exigentes del mundo, y en ocasiones, ni los pilotos más experimentados consiguen evitar las barreras.
El Chevrolet Camaro Z/28 será lanzado el próximo año, y se le presupone una orientación abiertamente enfocada a los trackdays. Una puesta a punto radical, acompañada de detalles como frenos carbonocerámicos, suspensión magnética y un muy agresivo kit aerodinámico. Lo que sigue siendo una incógnita es su motor. Muchos optan por el 6.2 V8 LT1 del Camaro ZL1, aunque su sonido es más bien de V8 atmosférico. Por favor, que sea el incombustible 7.0 V8 LS7 del anterior Camaro Z/28. Un verdadero big-block de la vieja escuela, con 505 CV de potencia.
También se asume una caja de cambios manual, posiblemente con opción a la nueva Hydramatic de 10 relaciones del Camaro ZL1. Centrándonos en lo ocurrido, parece que el coche tenía el ABS y el ESP desconectados, y quizá un fallo mecánico o un error de cálculo le ha hecho precipitarse contra las barreras. Parece como si el piloto hubiese calculado mal la velocidad de entrada a la curva. Sea como fuere, el accidente es aparatoso pero no demasiado grave. Conserva la dirección intacta y sólo la carrocería se ha magullado.
Con todo, dio al traste con la jornada de prueba y sus carísimas reservas de tiempo.
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