Si sientes que te falta el aire, hiperventilas, comienzas a sudar y a marearte, cada vez que atraviesas un túnel, tal vez será mejor que evites túneles como el que va a construirse en China. En un mundo en el que cada vez es más difícil de justificar una gran obra de ingeniería civil, China ha tomado la vanguardia con un proyecto que pretende unir las ciudades de Yantai y Dalian mediante un túnel submarino de 120 kilómetros, bastante más largo y espectacular que el famoso Eurotúnel del Canal de la Mancha, con 50 kilómetros de longitud.
Este túnel, que comenzará a construirse en 2016, conseguirá que el trayecto en tren entre ambas ciudades se reduzca a 40 minutos, poco más de una hora en coche. Todo un impulso para una región en pleno desarrollo y un gran cambio con respecto al «malabarismo» que es necesario practicar a día de hoy para comunicar Yantai con Dalian. Actualmente, el trayecto en coche alrededor del mar de Bohai, entre Yantai y Dalian, suma más de 1.400 kilómetros. Y la comunicación por vía marítima, en ferry, supone 8 horas.
Los ingenieros tendrán que resolver numerosos inconvenientes técnicos, como su seguridad ante eventuales terremotos, en una zona con frecuente actividad sísmica.
La construcción del túnel requerirá diez años de trabajo, y un presupuesto estimado que supera en cinco veces al que en su día tuvo el Eurotúnel entre Francia e Inglaterra.
Sobre si existe verdadera justificación económica para estos proyectos faraónicos, hay bastantes dudas, dudas que por otro lado son razonables. Primero, por el coste que supone una obra de esta magnitud. Segundo, por las tarifas que se aplicarán en los trayectos que se desarrollarán en este nuevo túnel.
En cualquier caso, parece que aún habrá que esperar bastante tiempo para que lo veamos construido. Mientras tanto, el Eurotúnel del Canal de la Mancha y el túnel de ferrocarril de Seikan en Japón, seguirán siendo los más largos de su naturaleza.
Fuente: ECNS.cn
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