EE.UU. es una gran nación. El mismo país que ha organizado demandas multimillonarias para el caso de los TDI trucados del Grupo Volkswagen permite matricular y asegurar un coche de la NASCAR, y circular tranquilamente con él por las calles. Solo hay que soldar burdamente varios paneles de carrocería de un Chevrolet Montecarlo de los años 70 y tener un número de bastidor válido. Verdaderamente increíble es lo que han hecho los chicos de MotorTrend. Si hay un vídeo que tenéis que ver hoy, que sea este.
El coche de partida es un Chevrolet Montecarlo en forma de carrocería de fibra de vidrio. Bajo esa carrocería hay un coche de la NASCAR, con un chasis tubular y un potente motor 5.7 V8 de potencia indeterminada. El coche había sido usado en series amateur de la NASCAR, no en ovales como Indianapolis. Gracias a ello, el coche tiene un setup utilizable en carretera, y de hecho gira a ambos lados, no solo a la izquierda. Tras poner al día su mecánica – el coche llevaba cuatro años parado – era la hora del bricolaje.
Un Chevrolet Montecarlo del año 1970 – o más bien, lo que quedaba de su carrocería – fue el donante de varios paneles. Tras cortar algunas barras de protección y estructuras del coche de carreras, y horas de soldadura artesanal, el resultado es un coche de carreras de calle, sin parabrisas y dotado de slicks. Legalmente podía circular por las carreteras de California. Hablo en pasado porque algo sucedió cuando los chicos de Roadkill lo estaban probando. Sea como fuere, es un vídeo que no te puedes perder hoy.
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