El huracán Harvey ha sido uno de los eventos más destructivos de la última década en Estados Unidos. Este desastre natural ha también afectado a varias islas caribeñas, pero se ha cebado con la ciudad de Houston, Texas. Prácticamente toda su área metropolitana quedó anegada, con una subida del mar de hasta 10 metros en algunas zonas. Los daños materiales se estiman en unos 130.000 millones de dólares, y entre esos daños materiales se encuentran la friolera de medio millón de vehículos. Como una imagen vale más que mil palabras, estas fotos os permitirán haceros una idea de la cantidad de vehículos destruidos.
Las imágenes corresponden a la Royal Purple Raceway, una pista oval, donde junto a la Texas Motor Speedway, se están almacenando parte de los vehículos destruidos de forma temporal. En las imágenes que hay bajo estas líneas se puede ver el aspecto de los aproximadamente 40.000 vehículos almacenados en el primero de los dos circuitos antes citados. Recordad, no estamos hablando ni de un 10% de todos los vehículos afectados. Allá donde miremos hay hileras e hileras de vehículos de todo tipo, esperando a que las aseguradoras los declaren siniestro total. ¿Qué será de estos vehículos a continuación?
Tras declararlos siniestro total serán vendidos en subastas públicas, donde la mayor parte serán comprados por desguaces. Son coches con aún muchos elementos aprovechables – aunque posiblemente todos los componentes de su sistema eléctrico y muchos componentes interiores no se puedan volver a usar, el resto de piezas estarán en relativo buen estado. Dicho sea de paso, tanto el huracán Harvey como el huracán Irma han disparado las acciones de las grandes de Detroit, cuyas ventas aumentarán de forma significativa, gracias a esta «renovación involuntaria» del parque móvil texano.
Fuente: Carscoops
