Pintan el futuro más inmediato con un único sustento posible para el coche: la electricidad. Sin embargo, que haya diversas marcas experimentando y poniendo a la venta otras alternativas es inequívoco síntoma de que no será la única opción. Así lo propone Toyota con el hidrógeno, fuente de energía que, de momento, solo se usa en el Toyota Mirai, y es por ello que suscita dudas tan aparentemente simples acerca de su repostaje: ¿cómo diantres se echa hidrógeno en un coche?
Esto mismo nos explica Johnny POV, un youtuber belga que acude a a una estación de hidrógeno para llenar el tanque del Toyota Mirai. Puede que sea un proceso sencillo y conocido para algunos, pero teniendo en cuenta que el coche de hidrógeno sigue siendo un gran desconocido para la mayoría, este tema que hoy nos ocupa puede ser un gran misterio.
Así es cómo se llena un coche de hidrógeno, el que puede ser la fuente de energía del coche del mañana
Lo primero que debemos saber es que el hidrógeno se mide en kilos y no en litros como el combustible y, al menos donde nuestro protagonista va a repostar, el kilo de hidrógeno tiene un precio de 9,99 euros, mientras que el Mirai tiene un depósito con una capacidad de 5,6 kilos.
Sea como fuere, llenarlo no tiene demasiada ciencia. En este caso primero se procede con el pago, o al menos con una retención de dinero en nuestra tarjeta bancaria. Después abrimos la boca del depósito como en cualquier otro coche, solo que aquí nos encontramos con una boquilla muy similar a la que presentan coches con GNC o GLP.
Después enganchamos la manguera, aseguramos y pulsamos un botón verde con el que se inicia el repostaje. En total llenarlo requiere entre tres y cinco minutos, por lo que es bastante más ágil que cargar un coche eléctrico y casi tan rápido como llenar el tanque de un vehículo de combustión. ¿El resultado final? 56 euros menos en la cartera y, según el ciclo WLTP, 650 kilómetros de autonomía, aunque en el vídeo apreciamos como el Mirai indica que tiene autonomía para 430 kilómetros, cifra que puede estar condicionada por el estilo de conducción previo al repostaje.