Sucedió en EE.UU. – habría sido en Rusia de lo contrario. Parece ser que la conductora de este Toyota RAV4 de color rojo y reciente matriculación – el coche tendrá como máximo un año – tuvo algún tipo de choque, golpe o reventón, que dañó parcialmente su aleta delantera y provocó la destrucción de su neumático izquierdo anterior. La reacción de una persona mentalmente equilibrada habría sido parar y cambiar la rueda, o llamar a la asistencia en carretera. No seguir conduciendo en la llanta en plena autopista.
No sé por donde empezar. No sé qué es peor: ignorar ese ruido de metal contra metal en el asfalto, el hecho de no haberse parado a comprobar cuál es el problema con el coche, o seguir conduciendo de forma consciente, sabiendo que el asfalto está destrozando tu llanta y suspensión delantera. El caso parece haber sido el último, ya que la protagonista de este vídeo condujo durante al menos 15 minutos de esta guisa, con las luces de emergencia activadas. ¿Por qué otros conductores no trataron de detenerla?
Al final, la policía dio el alto al Toyota RAV4, cuya llanta delantera había sido ya prácticamente devorada por el asfalto, junto a posiblemente trozos de su carrocería y suspensión/frenos delanteros. Un verdadero despropósito que ha quedado grabado en vídeo para la posteridad. Además de una imprudencia, la jugada le costará a la conductora una factura astronómica en el taller, cuyos empleados se echarán las manos a la cabeza tras conocer cómo ha llegado el coche a ese estado. No lo intentéis en casa.
Fuente: Jalopnik
En Diariomotor: