Existen muchos mitos acerca de las ambulancias y sus conductores. Por ejemplo, que las normas de circulación o radares no les afectan: sí les afectan, pero las multas e infracciones son condonadas si – y solo sí – están haciendo un servicio urgente en el que hay vidas en juego. Sabiendo esto, queda bastante claro que los controles de alcohol y drogas que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil también les afectan de forma directa. Que se lo digan al conductor de ambulancia que la Guardia Civil denunció por dar positivo en un control de carretera de drogas.
Sucedió en la carretera DP-7307 en Ribeira, en la provincia de Santiago de Compostela. El conductor de la ambulancia estaba de guardia, pero en el momento del control viajaba sin pasajeros a bordo – como es lógico, si estuviera en un servicio urgente y llevara las luces de emergencia activadas, lo lógico es que no hubiera tenido que hacer el control. Sin embargo, el conductor dio positivo en cocaína y anfetaminas, una infracción muy grave que conlleva una retirada de seis puntos del carnet y una multa de 1.000 euros, además de la inmovilización in situ del vehículo.
Hay que tener en cuenta que las noches de exceso pasan factura, y que los restos de las sustancias estupefacientes pueden permanecer varios días en el organismo. Incluso la marihuana – una sustencia de consumo recreativo y legal bajo ciertos supuestos – puede provocar un positivo en un control de drogas, pese a que sus efectos hayan pasado hace horas o días. Los controles de drogas de la DGT distinguen efectos en la persona, además de la presencia de la sustancia en el organismo.
En el caso de conducir bajo los efectos de las drogas, estaríamos ante un caso de delito contra la seguridad vial, que comporta pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses, trabajos en beneficio de la comunidad y retirada del carnet entre uno y cuatro años.
