Las entregas del Bugatti Chiron acaban de comenzar, y para celebrar este hito, Bugatti ha decidido llevar a cabo una acción en Madrid con Cristiano Ronaldo como protagonista. La estrella del Real Madrid es el último paso de aprobación final para el Chiron, según reza Andy Wallace – probador oficial de la marca – «debe ser aprobado por un campeón». Fútbol y mercadotecnia aparte, el vídeo continúa con una prueba del Bugatti Chiron en las instalaciones del INTA, en Torrejón de Ardoz. Al mismo tiempo, un acierto y un fallo de esta campaña promocional. Y os quiero explicar por qué, poniendo el caso de Ronaldo como ejemplo.
No quiero ser demagogo ni amarillista, pero lo cierto es que el número de incidentes viales protagonizados al año por futbolistas famosos es como poco, notorio. Debemos recordar que son figuras públicas, a las que cientos de miles de personas – muchas de ellas futuros conductores – idolatran con pasión. Estos incidentes, en muchas ocasiones solucionados por las autoridades con un simple tirón de orejas, ofrecen un terrible ejemplo a la sociedad: «si eres un futbolista famoso, además de millonario, las reglas de tráfico no irán contigo». El propio Ronaldo ha aparecido en varias ocasiones en los medios por este motivo.
Bugatti ha grabado este vídeo en un circuito cerrado, en unas instalaciones de primer orden mundial donde se lleva a cabo el desarrollo y prueba de coches, así como presentaciones a medios del motor de nuevos productos. Su circuito de manejo ha sido el escenario de la prueba del Bugatti Chiron, con todos los efectos visuales y de sonido que caracterizan a un vídeo que millones de personas verán próximamente. Quizá Bugatti debería haber mencionado expresamente el detalle del circuito cerrado, y recordar que la carretera no es lugar para juegos. Con todo, el objetivo de Bugatti se ha cumplido: el Chiron habrá logrado su baño de masas.
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