Las dashcam o cámaras de salpicadero se han vuelto cada vez más populares, y más hoy en día que la tecnología puede marcar la diferencia entre declararon inocentes en caso de accidente cuando alguien nos lo discute. Pero ese es uno de los muchos problemas a nivel legal que nos podemos encontrar en la carretera, siendo otro las estafas a los seguros, motivo de peso para que la dashcam se convierta en tu mejor amiga de ahora en adelante.
Y es que tal y como demuestra el vídeo que hoy nos ocupa, en el cual se recopilan diferentes formas de intentar provocar un accidente o atropello. ¿El motivo? Dejar a la víctima como culpable de la situación y conseguir que su seguro indemnice al que realmente ha provocado la supuesta negligencia. Y es ahí donde entra la cámara de salpicadero como ángel de la guarda.
La dashcam, o cómo evitar que estafen a nuestro seguro por accidente o atropello
Aunque existen más formas de intentar este incívico objetivo, en este vídeo nos encontramos con dos modus operandi. El primero de ellos es el de adelantar a un vehículo, ponerse en su trayectoria y dar un fuerte frenazo en busca de que se consiga un alcance y, como el que da por detrás siempre paga, conseguir o bien que indemnice su seguro o bien que repare la zona del coche afectada que ya estaría mal previamente.
El segundo de ellos es a través de peatones, los cuales, literalmente, se tiran delante de un coche que estaba circulando correctamente para provocar un atropello y así lograr el mismo objetivo: cobrar el seguro. Lo gracioso de este segundo intento es que la persona que se lanza sobre un coche busca hacerse el menor daño posible, y podemos encontrarnos con escenas bastante cómicas, o al menos para aquellos que llevan una dashcam y pueden demostrar lo que realmente sucedió.
Y es que aunque puedan parecer absurdos ambos escenarios, lo cierto es que hay muchos conductores que no solo han tenido que terminar yendo a juicio por este tipo de fraudes, sino también indemnizando a personas que fueron las que provocaron esa situación. Es por ello que una cámara en el salpicadero puede marcar una trascendente diferencia.