El mundo de los concursos de elegancia está reservado solo a los petrolheads más adinerados. Desafortunadamente son eventos muy excluyentes, prohibidos al común de los petrolheads. En ellos se exhiben joyas como el Ferrari 275 GTB que protagoniza este vídeo – y otras mucho más valiosas. En el caso que nos atañe, hablamos de un coche actualmente valorado en más de dos millones de euros. Y cuando un coche de este calibre se pone de largo en un concurso de elegancia, tiene que pasar antes por una enfermiza – en el buen sentido – sesión de detallado.
Ese detallado ha sido cortesía de Grand Prix Concours, especializado en el detallado de clásicos de alto valor. El coche, para empezar, estaba ya en un estado sensacional. No era necesario limpiarlo más bajo un estándar objetivo, pero en un concurso de elegancia los jueces van al detalle de forma enfermiza a la hora de valorar el estado de un coche. No solo es importante que esté impoluto, si no también que conserve su originalidad. Es por ello que se detallan incluso los tornillos que fijan a la carrocería las tulipas de los faros o los pilotos.
Se presta especial atención a elementos mecánicos como los carburadores o la admisión, a los que incluso se da un baño con un producto específico para tratamiento de latón. Lo mismo ocurre con la madera del interior, cubierta con una cera específica para mobiliario clásico. Con un palillo incluso llegar a eliminar los residuos presentes en el relieve del volante metálico o los pulsadores de la consola central. El resultado es simplemente arrebatador. Pura perfección, a un coste que solo el propietario de un Ferrari 275 GTB podrá permitirse.