Una fuerza de la naturaleza. Tan espectacular como destructivo, un tornado es capaz de dejar un rastro de destrucción masiva allá por donde pasa. En Estados Unidos la aparición de tornados es relativamente frecuente; esta misma semana nos despertábamos con las noticias de un tornado que ha arrasado varios pueblos del estado norteamericano de Oklahoma, en pleno «callejón de los tornados». Increíblemente, el violento tornado no se ha atrevido a tocar el Dodge Challenger Hellcat de la imagen (vía Jalopnik).
El tornado tocó tierra en la localidad de Bridge Creek, arrasando a su paso casas y negocios por igual, sin distinción de clase alguna. El tornado arrasó con un taller, un taller en el que el Dodge Challenger Hellcat estaba situado, quizá pasando una revisión o a punto de ser entregado a su dueño. Increíblemente, el tornado, que literalmente se ha llevado el edificio, ha dejado intacto al Challenger Hellcat y el elevador en el que estaba montado. Sólo el portón del maletero del Hellcat muestra algún leve desperfecto.
Probablemente el coche estaba anclado de alguna manera al elevador, que muestra un leve grado de inclinación. En clave jocosa, podríamos decir que el tornado no se llevó el Hellcat por ser realmente pesado – si, supera con holgura las dos toneladas – pero todo apunta a una curiosa casualidad del destino. Podemos concluir que los tornados no se atreven a meterse con el muscle car de producción más potente de la historia. Un breve paso por chapa y pintura, y este Hellcat estará listo para devorar Shelbys de nuevo.
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