Son muchos los coches que han existido -y existen, aunque cada vez menos- que podemos tachar de divertidos. Ya sea por sus virtudes fuera del asfalto o por su capacidad para arrancarnos una sonrisa en nuestro tramo de montaña de confianza sin la necesidad de tener 1.000 CV. Sin embargo, son muy pocos los que pueden superar la barrera de los 300 km/h, y aún menos de manera pasmosa, pero este hito lo ha conseguido un «humilde» Dodge Neon al alcanzar los 323 km/h, aunque claro, con chuches de por medio.
El Dodge Neon que consiguió estar de tú a tú con un Ferrari
Y aunque bien es cierto que las variantes SRT-4 del susodicho presumen de un chasis y puesta a punto más que suficiente para disfrutar a sus mandos, no se puede decir lo mismo de sus prestaciones. De serie, estamos hablando de un Dodge Neon con un cuatro cilindros de 2.4 litros turbo que desarrolla 233 CV y 339 Nm de par. Cifras muy respetables, pero insuficientes para igualar en velocidad punta a un Ferrari.
Pero entonces, ¿cómo es posible esta proeza? Lo cierto es que se dan pocos detalles al respecto, pero indican que, originalmente, su Dodge Neon Coupé equipaba un cuatro cilindros atmosférico que ofrecía 150 CV. Sin embargo, el nacimiento de este lobo con piel de cordero se da raíz de un SRT-4 que acabó en un desguace y del que fue extraído su motor.
Así, el cuatro cilindros turbo que otrora era capaz de ofrecer 233 CV de potencia, ahora ha alcanzado los 700 CV de la mano de, seguramente, importantes modificaciones en escape, turbo, bielas, caja de cambios y un largo etcétera. Y no es para menos, ya que en vídeo apreciamos como después de lidiar con ciertos problemas de tracción, el Dodge Neon es capaz de alcanzar las 200,9 millas por hora, o lo que es lo mismo, 323 km/h.
