Desde que el ser humano ha tenido acceso a vehículos a motor, nos hemos obsesionado con la persecución de los extremos. La fascinación por los récords de velocidad no solo fue cosa de la primera parte del siglo XX: cuando la velocidad máxima sobre tierra alcanzó límites sobrehumanos, comenzó la fascinación por la aceleración más rápida. Y el vídeo que os enseñamos hoy es posiblemente el cuarto de milla más rápido jamás grabado en vídeo. Un cuarto de milla de sólo 3,22 segundos. Dicho de otra forma, un 0 a 647 km/h en poco más de 3 segundos.
Hoy en día, nos parecen impresionantes las prestaciones de un coche capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 3,2 segundos. Porque realmente lo son: estamos hablando de supercoches de la talla de un Audi R8 V10 plus o un Porsche 911 Turbo. Coches cuya aceleración a fondo es rídicula en comparación con la del bestial dragster de Sammy Miller. Propulsado por cohetes, y con una potencia equivalente a 28.000 CV – has leído bien, sí – era una máquina diseñada con la aceleración más rápida en línea recta posible.
Aunque la NHRA – la asociación que gobierna el drag racing – no permitía establecer récords oficiales con coches a reacción o propulsados por cohetes, Sammy Miller firmó en 1984 un tiempo de 3,22 segundos en el cuarto de milla – 420 metros – cruzando la meta a 647 km/h. Una de sus mayores preocupaciones era frenar a tiempo, incluso con la presencia de paracaídas. La aceleración en el vídeo es simplemente salvaje, tanto, que las cámaras eran incapaces de seguir el coche. Tan rápida que el coche parecía un trueno, tan potente como efímero.
Sammy Miller falleció a principios de siglo, en un incidente que nada tuvo que ver con la competición: trabajaba en campos petrolíferos para poder financiar su verdadera pasión, la velocidad.