El vídeo que recogemos hoy para vosotros nos ha dejado helados. Se trata de una sesión de drifting en el Gatebil Festival, un famoso evento que tiene lugar en el Rudskogen Motorsenter, el circuito asfaltado más famoso en Noruega. Aunque Rudskogen puede incluso ser sede de tests de Fórmula 1, Gatebil es su principal atractivo. En este evento todo tiene cabida, pero es conocido mundialmente por sus increíbles exhibiciones de coches preparados y campeonatos de drifting. Y a los participantes de Gatebil se les suele ir de las manos.
Porque hacen locuras como la que tenéis a continuación. Tras la larguísima recta de Rudskogen, los coches de drifting entran en un derrape controlado a alta velocidad. Una de las maniobras más peligrosas, sin margen para el error y con una energía cinética que puede terminar en desastre ante cualquier error de cálculo. Varios drifters comenzaron un derrape a 220 km/h, pasando a sólo centímetros de un fotógrafo acreditado y un espectador, separados de la acción por apenas un metro, grabando la escena desde la barrera.
La violencia de la entrada es tal que el cartel de 150 metros para la curva salió despedido, y los coches levantaron una gran cantidad de piedras y tierra. Es complicado de describir con palabras, así que os sugiero que veáis el vídeo que hemos dejado sobre estas líneas.
Fuente: The Drive
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