¿Cuánto valor y cuánto esfuerzo es necesario para tomar parte en un Rally Dakar? ¿Y cuánto es necesario para hacerlo en un Beetle? No sé si se hace necesario dar una respuesta a estas cuestiones, aunque la pregunta tiene truco. Termina 2014 y eso hace que en estos momentos ya estemos pensando en el Rally Dakar. Sabemos que tras las campanadas comenzarán las verificaciones y que la salida ceremonial dará lugar el 3 de enero, para dar comienzo a la primera etapa de carrera el día 4 con salida desde Buenos Aires. Y también sabemos que en este Dakar habrá un coche atípico, ¡un Beetle!
El intrépido piloto de esta máquina será Stephane Henrard, que regresa al Rally Dakar, ahora en Sudamérica, a los mandos del DunBee – el Beetle de las Dunas. Para su preparación, este bello coche ya se ha puesto a punto en la África Race y según sus responsables está suficientemente probado como para enfrentarse a la dureza del Dakar sudamericano de 2015.
¿Por qué tiene truco? En realidad este coche no es un Beetle remozado para subir por las dunas. El DunBee es un buggy con carrocería de Beetle. Hablamos de un coche de dos ruedas motrices, económico con respecto a las máquinas de otros participantes y, sobre todo, muy pintoresco. Los buggys de dos ruedas motrices han demostrado estar cada vez más cerca de los de cuatro ruedas motrices. El coche que utilizará Carlos Sainz y el equipo Peugeot este año, el Peugeot 2008 DKR, también es un buggy de dos ruedas motrices.
Los buggys participantes en esta carrera dejan muchas libertades a sus creadores para su preparación. En el Rally Dakar hay auténticos artesanos, constructores con décadas de experiencia en el desarrollo de máquinas aptas para no sucumbir a la dureza de uno de los rally raid más complicados del mundo.
No será la primera vez que un Beetle intente asaltar el Dakar y allá por los años 70, el “coche del pueblo” alemán ya hizo sus pinitos en diferentes pruebas de rallys.
Fuente: Dakar
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