Los clientes de Volkswagen en Estados Unidos se están vengando de la marca en la que confiaron a la hora de comprar su coche. No importa que Volkswagen haya dispuesto de un plan para recomprar y reparar coches, y ofrecer indemnizaciones a sus propietarios, para compensar el fraude medioambiental cometido en sus diésel. Tampoco importa que las soluciones ofrecidas a sus clientes en Estados Unidos sean, con diferencia, las más favorables para ellos de todo el mundo. Ya os decíamos que no estábamos de acuerdo con la estrategia a seguir por muchos clientes en Estados Unidos, que están ofreciendo sus coches para la recompra desguazados, como el Volkswagen Golf de estas imágenes. Pero aún estaremos menos de acuerdo con que Volkswagen impida que algunos de estos clientes puedan entregar sus coches en un estado tan lamentable como el de estas imágenes. Y la razón no es otra que el hecho de que lo consideremos un grave error. Un efecto Streisand.
Si aún no lo conoces, el término «efecto Streisand» se acuñó cuando la actriz estadounidense denunció a un fotógrafo para retirar una campaña publicitaria en la que aparecía una vista aérea de su casa. En aquel momento es posible que muy poca gente hubiera visto aquella fotografía, y aún menos los que supieran que esa era la mansión de Barbra Streisand. Pero gracias a su denuncia todo el mundo conocería el caso y contemplaría una fotografía que de otra forma hubiera pasado desapercibida. Es decir, en ocasiones el denunciante agraviado consigue que el caso obtenga mayor repercusión de la que tenía inicialmente, multiplicando su agravio, independientemente de que los tribunales fallen a su favor.
Ya decíamos desde hace días que ni mucho menos pensábamos que la práctica de desguazar un Volkswagen antes de ofrecerlo para su recompra estuviera generalizada. Aunque sí habíamos visto a muchos clientes organizándose, e incluso compartiendo experiencias y consejos para desguazar apropiadamente su coche. Pero es probable que la respuesta de Volkswagen sirva únicamente para dar a conocer esta idea a más clientes insatisfechos, y no para disuadirlos de desguazar su coche.
Tras hablaros de los primeros casos de clientes insatisfechos, nos llegaban las imágenes de un Volkswagen Golf completamente desguazado.
Su propietario se había tomado al pie de la letra la condición del acuerdo de recompra de Volkswagen que exigía que el coche fuera operativo. Y no desmontó el volante, ni las ruedas, ni el motor, ni la transmisión. Pero sí desmontó todo aquello que consideró prescindible, incluidos parachoques, puertas, capó, portón del maletero, todos los asientos salvo el del conductor, los airbags, y algunos revestimientos del habitáculo. El resultado es el que ves en estas imágenes.
Según Jalopnik, Volkswagen habría solicitado la suspensión temporal del proceso de recompra de este coche. Volkswagen habría publicado un comunicado en el que certifica que la mayoría de los clientes que se están cogiendo al proceso de recompra están entregando sus coches en buen estado, intactos, tal y como estaban antes de que saltase a la palestra este escándalo.
Ahora Volkswagen se habría negado a la devolución de este coche. Pero la pregunta que nos hacemos es muy clara. Si el número de clientes que están recurriendo a esta venganza poco ortodoxa es casi testimonial, ¿de verdad merece la pena interrumpir el proceso que ya se había iniciado y batallar, a tenor de los términos legales expuestos en su acuerdo, el derecho de estos clientes a entregar un coche «operativo», pero en unas condiciones que distan mucho de los que consideramos seguro y legal para circular por la carretera?
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