En Rusia todo es diferente, extremo e inesperado. Esa es la imagen que tenemos por la cultura popular, y parece ser que es la realidad. Desde invasiones ilegales a países vecinos, fraudes constantes a los seguros, meteoritos… todo ello con el añadido de que hay prueba documental constante. Las dash-cams que todo coche en Rusia parece tener instaladas capturan momentos verdaderamente únicos. Curiosamente, en esta ocasión tenemos un vídeo grabado desde una moto, conducida por una vengadora medioambiental, decidida a evitar que las calles de Moscú se llenen de basura. Sus métodos son duros.
Y muy poco ortodoxos. Cuando la motorista ve a un conductor tirar basura por su ventana, recoge la basura y se dedica a perseguir al coche que la ha tirado. Consigue que abran la ventanilla para hablar con ella – el sexo parece ser de ayuda – y es entonces cuando arroja de nuevo la basura al interior del coche. Por supuesto, las reacciones de los conductores no son amigables: pitadas, gritos, aspavientos… de todo un poco. Gracias a ir en moto, la vengadora del medioambiente puede escapar fácilmente y sin consecuencias.
La verdadera venganza – o al menos la más dolorosa – es la ducha de líquidos pegajosas que se lleva el conductor de un Mercedes Clase G, al recibir en el interior del coche un bolsazo cargado de sus propios residuos de McDonald’s. ¿Cuál es la moral de la historia? Si estás en Rusia no se te ocurra tirar nada fuera de una papelera, la basura puede volver a ti de forma dolorosa, aunque la acción sea en sí discutible. Y por supuesto, nunca tires basura fuera de una papelera. Si vas en coche, espera a llegar a tu destino o busca un contenedor. No es tan difícil, y puedes ahorrarte problemas.
Fuente: Huffington Post
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