Hace falta un poco – o mucho – de locura, buenas manos y mucho valor para salir a Nürburgring con lluvia a disfrutar deslizándote con un tracción potente y sin ayudas. El autor de este vídeo decidió titularlo “hay que ser idiota para conducir en Nürburgring en noviembre“, una frase que escuchó a un chaval tomando un café en un restaurante de los alrededores del Nordschleife.
Evidentemente no hay que ser idiota o inconsciente para salir en estas condiciones a un circuito tan exigente como el Nordschleife. La inconsciencia reside en no saber donde están tus límites y los de tus neumáticos, tratar de ir más rápido de lo que la física te va a permitir, desconocer que necesitarás como mínimo el doble o el triple de metros para frenar y que tendrás que pasar realmente despacio, jugando con los cambios de adherencia de las zonas más secas, y los riachuelos que forma el agua de la lluvia, para mantenerte sobre el asfalto.
Hasta hace unos días desconocía la existencia de este vídeo. Merece la pena verlo, pero también leer la historia en Bridge To Gantry.
Vía: Jalopnik
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