El Dodge Viper es uno de los coches deportivos más apasionantes construidos durante los últimos 30 años. Es un tosco deportivo analógico, con un motor V10 de 8,0 litros, que hasta su última generación carecía de cualquier tipo de ayuda a la conducción. Un coche de bajísima potencia específica, compensada con torrentes de par motor, bajo peso y un carácter visceral. Un coche temible, capaz de envenenar y morder a conductores desprevenidos. Y sin embargo, este coche siempre tuvo un sonido impropio de su escultural diseño y temible reputación.
El youtuber Four Eyes ha adquirido recientemente un Dodge Viper GTS del año 2000. Un coche cuya potencia de serie son 450 CV, o 410 CV si los medimos a las ruedas en un banco de potencia. El sonido del escape de serie es decepcionante incluso apurando las marchas, y es por ello que decide instalar una nueva línea de escape, esperando también un incremento de potencia. La línea no solo incluye los colectores, también suprime varios silenciosos laterales – situados tras la talonera – y aporta a la ecuación catalizadores de alto caudal de gases.
Con un simple retoque de la electrónica el coche logra desarrollar 420 CV a las ruedas, antes de instalar el nuevo escape. Con el nuevo escape el coche logra llegar a los 450 CV a las ruedas, pero con un sonido aun no demasiado agresivo. Es entonces cuando Four Eyes decide eliminar de raíz el problema y sustituir por un tubo recto los resonadores del escape. El resultado no solo es un sonido violento, visceral y monstruoso – como siempre debió ser – si no que con una buena reprogramación electrónica, el coche logra desarrollar 458 CV, medidos a las ruedas.
Teniendo en cuenta una pérdida de eficiencia de un 15%, estaríamos hablando de más de 500 CV al ciguëñal, sin aplicar ninguna modificación drástica, y ganando por el camino un sonido que tenéis que escuchar con el volumen bien alto. El que avisa no es traidor.
