Mientras publicamos este artículo, el Ayuntamiento de Madrid sigue presentando el Plan A – una forma de acortar Plan de Calidad de Aire y Cambio Climático – que pretende resolver uno de los grandes problemas que sufre la capital española, altos niveles de contaminación que están afectando a la calidad de vida de los ciudadanos (por la demostración científica de los problemas que la contaminación causa a la salud) y que hace que se estén incumpliendo los compromisos en materia de calidad del aire suscritos con la Unión Europea. Y entre las soluciones que se plantean una de las más importantes será la que abogue por expulsar del centro de la ciudad a los coches más antiguos, especialmente a los diésel. Con una hoja de ruta en la que se plantean dos fechas clave para su expulsión, 2020 y 2025, y un instrumento para hacerlo efectivo, el etiquetado de emisiones de la DGT.
Decían los responsables del Plan A que este proyecto pretende establecer una serie de medidas progresivas, que deberían extenderse más allá de los límites de la ciudad y para las cuales deberían contar con la colaboración de otras administraciones. El mejor ejemplo lo encontramos en el hecho de que el etiquetado de emisiones de la DGT se vaya a utilizar como el instrumento para decidir qué coches podrán circular por el centro de la ciudad y qué coches tendrán prohibido el acceso. Y es que, tal y como veníamos adelantando el nuevo etiquetado de emisiones se presenta como un instrumento adecuado – aunque tal vez no el más justo, ni riguroso – para establecer nuevas restricciones al tráfico permanentes, que no se basarán únicamente en la existencia de un episodio de alta contaminación.
El Plan A ha previsto restricciones que afectarán, sobre todo, a los turismos de gasolina anteriores al año 2000 y a los turismos diésel anteriores a 2006. Y bonificaciones que apoyarán, sobre todo, el uso de turismos con etiquetado ECO y Cero Emisiones.
A partir de 2018, los vehículos con etiquetado ECO recibirán una bonificación del 50% en aparcamientos regulados por el S.E.R., que se utilizará para apoyar la restricción del tráfico y la incentivación del uso de automóviles menos contaminantes. También estarán exentos de pagar los parquímetros los vehículos etiquetados como Cero Emisiones.
Las restricciones más importantes llegarán a partir de 2020. Estará prohibido el aparcamiento en zona S.E.R. en superficie de vehículos sin distintivo medioambiental. Es decir, a partir de 2020 no podrán aparcarse en zonas de estacionamiento regulado aquellos turismos diésel anteriores a 2006 y gasolina anteriores a 2005. Aunque sí tendrán permitido el acceso al centro de la ciudad y podrán aparcar, obviamente, en parkings privados.
El Ayuntamiento de Madrid también ha previsto la limitación de la circulación de los vehículos sin distintivo medioambiental en 2025 en todo el término municipal de Madrid, y ya no solo en el interior de la M-30. No se ha especificado si habrá una prohibición total, o si esta se llevará a cabo en función de horarios y calendario, o en ciertas zonas de la ciudad. Pero sí podemos imaginar que las mayores restricciones en 2025 se aplicarán en el interior de la M30 y harán inviable, o dificultarán en demasía, el uso de turismos diésel anteriores a 2006 y gasolina anteriores a 2005 en la zona central de Madrid. Imaginamos que las medidas concretas para limitar el tráfico en el término municipal se irán concretando más adelante.
En los próximos días seguiremos analizando esta y otras medidas del Plan A, de Calidad de Aire y Cambio Climático, presentado por el Ayuntamiento de Madrid.
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