Últimamente parece que hablar de la economía en España significa ponernos negativos. Pero en ocasiones hay datos que siguen dejando un atisbo de esperanza. España es uno de los principales productores de automóviles, un sector esencial para nuestra industria, muchos ingresos para nuestro país, muchos puestos de trabajo y un volumen elevado de exportaciones que deja un saldo comercial muy positivo en nuestras fronteras. Tan solo me gustaría dejaros un dato interesante, actualmente España fabrica el doble de automóviles de los que consume.
Os daremos cifras. Si en la primera mitad de 2014 se habían fabricado en España un millón de turismos y todoterreno, las matriculaciones en ese mismo periodo apenas superaron las 450.000. No es positivo que se matriculen pocos coches, pero sí que buena parte de la producción salga de nuestras fronteras.
Por supuesto, que de esos 450.000 coches no todos se fabricaron en España. Del millón de automóviles que se habían producido en los primeros seis meses del año, 850.000 acabaron fuera de nuestras fronteras. Otro dato importante lo tenemos en el Top 5 de los más vendidos en Europa. En cuarto más vendido en Europa hasta el verano ha sido el Volkswagen Polo, fabricado en exclusiva para nuestro continente en Pamplona. El quinto más vendido ha sido el Opel Corsa, fabricado en Figueruelas.
España también fabrica una cantidad importante de vehículos comerciales e industriales. Según las previsiones de ANFAC, este año podría cerrar con un total de 2,4 millones de vehículos fabricados en España, sumando turismos y comerciales.
¿Todo es positivo? No todo. Un servidor también es crítico con este sector, con la forma en que se está llevando a cabo el desarrollo de la industria automovilística de nuestro país. Hay muchas razones por las cuales España se ha situado entre los mayores fabricantes del mundo y muchas fábricas han recibido nuevas adjudicaciones de modelos importantes en los últimos años. La industria española es competitiva, la productividad alta, el coste más bajo que en otros países, ha habido ayudas importantes de las administraciones, y los trabajadores también han tenido que ceder bastante en sus pretensiones y en sus condiciones laborales. Y como muestra, una breve Carta al Director que me publicaron en El País el año pasado: “el chantaje de los fabricantes de coches“.
Fuente: ANFAC
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