ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

2 MIN

No, un esqueleto como copiloto no te librará de la multa en el carril Bus-VAO

Los carriles Bus-VAO no son un invento patrio, precisamente. En países como Estados Unidos son muy comunes, y necesarios en ciudades de gran población, en las que todo el mundo se mueve en coche. En verdad, tanto las «HOV-lane» de EE.UU. como nuestros carriles Bus-VAO tienen requerimientos similares a los de otros países: requieren que en cada coche haya al menos dos personas. Y claro, este requisito hace que la picaresca entre en funcionamiento, como ya ha ocurrido en España varias veces. ¿Os acordáis del pasajero maniquí del Bus-VAO de la A-6?

Si el caso del maniquí era ingenioso y simpático, el caso sucedido en EE.UU. hace apenas unas horas tiene un reverso tétrico. Los State Troopers de Arizona han dado el alto a un conductor de 62 años, que circulaba por el carril Bus-VAO de Phoenix con un acompañante sospechoso. Cuando el motorista paró al coche en cuestión, descubrió que en el asiento del copiloto estaba sentado un esqueleto a tamaño real. Un esqueleto vestido con harapos y atado al asiento con un cordel, ataviado con un sombrero de camuflaje que le tapaba parcialmente la cara (o más bien la calavera).

Recomendamos usar el carril bus-VAO con acompañantes de carne y hueso, mejor que esqueletos.

Posiblemente era una decoración del pasado Halloween, al que se le quiso dar un segundo uso. Los carriles de alta ocupación suelen estar monitorizados por la policía para evitar abusos y trampas, en las que encajan perfectamente situaciones tan rocambolescas como esta. No deja de ser un hecho gracioso, con el que los propios State Troopers han bromeado, comparando al muñeco con Skeletor, del universo de He-Man. Pero bromas aparte, tened por seguro que el conductor del coche se ha llevado a casa una buena multa.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

Firma de Sergio Álvarez
Cargando...