BMW nos abre la puerta de la casa de Dirk Schulz, pero, ¿quién es este señor? Se trata del primer cliente que compró un BMW i8, el pionero entre los pioneros y además todo un reincidente en esto de hacerse con algunos de los modelos más carismáticos de la firma alemana: antes de ser el primero en comprar un BMW i8 se hizo, años atrás, con un BMW Z1. Esta es la historia de Dirk Schulz y su nexo con BMW.
“Fue simplemente el diseño lo que me fascinó” y así es como Schulz se hizo con una de las primeras unidades del BMW Z1 a finales de los 80, para repetir gesta más de 15 años después con el BMW i8 y es que aún cuando todavía no se sabía si iba a llegar a producción o no, a finales de octubre de 2010, Schulz fue hasta un concesionario de BMW… y dijo que quería un i8.
“Esperaba que fuera un coche de 10 cilindros”… usted y unos cuantos más por aquí Mr. Schulz. “Este coche no se puede comparar con otros deportivos”, de nuevo estamos de acuerdo. Híbrido enchufable, con un motor de 3 cilindros encargado del eje posterior que suena bastante bien, 362 caballos, un diseño calcado directamente del modelo conceptual, futurista y un precio que lo sitúa en plena batalla con el Porsche 911 y el Mercedes AMG GT, pero si quieres saber más, saber lo que nos pareció tras conducirlo, no te pierdas nuestra prueba del BMW i8.